La escalada de tensión en la frontera entre Líbano e Israel pone en máxima alerta a los militares españoles desplegados en la misión de las Naciones Unidas en la denominada Franja Azul.  La ministra de Defensa, Margarita Robles, y el general jefe de la Legión, Melchor Marín Elvira, mantuvieron este martes una reunión por videoconferencia para analizar el estado de las tropas españolas y calibrar los riesgos de nuevos incidentes.

El general Marín Elvira, jefe del sector este de UNIFIL, aseguró que la situación actual es “estable y calma” y “la moral del contingente es buena” tras cesar “las hostilidades” el pasado viernes.

El contingente liderado por la Brigada Rey Alfonso XIII aporta más de 600 militares a la zona y tiene su centro de operaciones en la base Miguel de Cervantes de Marjayoun. La Legión manda en la mitad oriental y su misión, iniciada en el año el verano de 2006, es el mantenimiento de la paz.

Según detalló el general Marín, tras la incursión israelí en la mezquita de Al Aqsa hace una semana, se produjeron lanzamientos de proyectiles desde suelo libanés. “Los incidentes comenzaron minutos antes de las 15 horas del 6 de abril con lanzamientos de cohetes desde Gaza y desde el sur de Líbano. No menos de 30 proyectiles fueron lanzados desde tres asentamientos desde zonas controladas por UNIFIL”, explicó el general a la ministra Robles.

“Esa tarde se reportaron lanzamientos de tres proyectiles desde una zona próxima al cuartel general de la Brigada, cerca de la población de Kleyaa, a tres kilómetros al oeste de la base”, añadió el jefe de la Legión. Los artefactos cayeron sobre Metula, ciudad israelí literalmente levantada sobre la frontera con Líbano y un punto caliente.

Las ramificaciones de los incidentes son enormes. Israel atacó posiciones de Hamás en Gaza y también objetivos en Siria, sin embargo, el general Marín Elvira señaló en su entrevista con la ministra de Defensa que las primeras informaciones recogidas sobre el terreno descartan la participación de Hezbolá, partido político y fuerza militar con un peso clave en Líbano. Es una ‘buena noticia’ para la seguridad de las tropas españolas porque pone el punto de mira de Israel en otras regiones.

Refugios

Las hostilidades obligaron una reacción inmediata para las tropas españolas. Los legionarios abandonaron rápidamente todas las actividades fuera de posiciones (cuarteles y base) de UNIFIL y se “ordenó alojar a todo el personal en los diferentes refugios”. Esto es, las tropas se replegaron a las instalaciones de las 25 posiciones controladas en el sector y los legionarios y el resto de los cascos azules se protegieron en búnkeres “durante 18 horas”.

Robles expresó “el orgullo, reconocimiento y agradecimiento, también para sus familias, del contingente español” y puso en valor “la presencia española en Líbano y el papel del jefe de UNIFIL”, el general español Aroldo Lázaro.
Siguiendo instrucciones del cuartel general de UNIFIL en Naqoura, el lunes comenzaron todas las actividades rutinarias cívico-militares, que básicamente son entrevistas con las personalidades del sector (desde líderes religiosos, civiles hasta docentes y empresarios) que a estas horas “perciben la situación con calma y de alguna manera entienden y aprecian el esfuerzo de la BRILIB”, según ha detallado de Defensa.

Los legionarios desplegados en la región partieron el pasado mes de noviembre y afrontan la última parte de sus seis meses de misión. El contingente está compuesto por militares de prácticamente todas las unidades de la Legión en los cuarteles de Ronda y Viator.

El jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Teodoro López Calderón, pidió al contingente “reforzar toda la seguridad ahora y hasta el final del despliegue”, previsto para dentro de un mes.