El Internet de las Cosas en la horticultura almeriense

Autores: Manuel Berenguel, Jorge Antonio Sánchez Molina, Francisco Rodríguez Díaz (Universidad de Almería - UAL); Cynthia Giagnocavo (Cátedra UAL-COEXPHAL);

De izquierda a derecha: A. Belmonte, J.A. Sánchez, M. Berenguel, C. Giagnocavo, J. van der Blom.
De izquierda a derecha: A. Belmonte, J.A. Sánchez, M. Berenguel, C. Giagnocavo, J. van der Blom.
18:43 • 23 ene. 2017

El 1 de enero de 2017 se ha puesto en marcha el proyecto Internet of Food and Farm IoF2020, dotado globalmente de 30 M€ por la Unión Europea (H2020 Grant Agreement no. 731884). Liderado por la Universidad de Wageningen de Holanda, tiene una duración de 4 años y va a ser desarrollado por 71 socios de 16 países. Engloba cinco ensayos: cultivos abiertos (cereales), lácteos, frutas, hortalizas y carne, en los que se desarrollarán 19 casos de estudio (Use Cases). La Universidad de Almería (UAL), la Cátedra UAL-COEXPHAL y COEXPHAL lideran el paquete de trabajo que contiene cuatro casos de estudio sobre hortalizas.




¿Qué es el Internet de las Cosas y cuál es su importancia en la agricultura inteligente (Smart-Agri)?




Bajo el concepto de Internet de las Cosas (IoT – Internet of Things) se ha englobado la interconexión a través de la red de diferentes objetos físicos que contienen tecnología incorporada que les permite ejecutar algoritmos y realizar procesamiento de datos, así como comunicarse o interactuar con sus estados internos y el entorno que les rodea.




El IoT se enmarca dentro de la tendencia actual a crear nuevos conceptos para prácticas que son habituales en entornos industriales o empresariales, pero que se han extendido a todos los ámbitos de la sociedad, como consecuencia de la conexión masiva de dispositivos de todo tipo a Internet. El trabajo en IoT implica enfoques multidisciplinares que combinan la automática, mecatrónica, ingeniería de sistemas, informática, etc.




Uno de los casos de estudio dentro del ensayo sobre hortalizas trata sobre la cadena agroalimentaria asociada al cultivo de tomate en invernadero. Este caso, que se desarrolla en Almería, pretende demostrar cómo la adquisición de datos heterogéneos procedentes de sensores y actuadores instalados en los invernaderos, datos meteorológicos, cuadernos de campo, sensores virtuales, modelos y predicciones, dispositivos de identificación por radiofrecuencia, experiencia de los agricultores, etc. y su integración y manejo mezclando técnicas de “Big Data” y optimización, permiten desarrollar herramientas de ayuda a la toma de decisiones en toda la cadena de producción y comercialización del tomate, incluyendo aspectos de trazabilidad y certificación, con el objetivo de mejorar la productividad y sostenibilidad, garantizar la producción de alimentos suficiente, segura y saludable y fundamentalmente para fortalecer la rentabilidad y competitividad de las cadenas agrícolas y alimentarias en Europa. Es lógico hasta cierto punto que exista una cierta resistencia a la implantación de innovaciones en IoT, fundamentalmente porque implican inversiones, se aprecia la rentabilidad a medio y no a corto plazo y se requiere una dedicación de tiempo notable. Sin embargo, la agricultura almeriense no puede ser ajena a la transformación que está experimentando la sociedad en cuanto al acceso a la información se refiere. La agricultura tradicional se está transformando en una agricultura basada en datos con la finalidad de conseguir los objetivos indicados previamente.




Los primeros ensayos de esta tecnología se realizarán en las instalaciones de la Estación Experimental de Cajamar “Las Palmerillas” y con otras fincas comerciales de la zona. Se usarán componentes tecnológicos reutilizables accesibles en la plataforma FIWARE, implementadas por parte de los socios del proyecto en convocatorias previas.




Dentro del proyecto IoF2020 se va a formar a los participantes en nuevos modelos de negocio en torno a la agricultura basada en datos: El propietario puede vender datos anónimos a intermediarios independientes que aseguren la protección de los datos a través de una infraestructura segura que permita su distribución a los usuarios. En este modelo, se supone que todos los actores de la cadena obtienen beneficios: el propietario de los datos rentabiliza su generación, el intermediario genera negocios basados en esos datos y el usuario puede incrementar la calidad de su producto o servicio. Un posible ejemplo sería una empresa que se dedique a desarrollar la detección óptica de enfermedades en plantas, que podría beneficiarse de datos proporcionados por otras empresas (meteorológicos, suelo, proporcionados por modelos de predicción, procedentes de sensores in-situ, …)




El proyecto busca consolidar la posición de liderazgo de sectores como el de la horticultura almeriense, fomentando la colaboración entre agricultores, cooperativas, transportistas, supermercados, consumidores, proveedores de tecnología y centros de investigación, teniendo siempre en mente la aceptación de las soluciones desarrolladas por todos los actores participantes. Es fundamental anticipar los desarrollos tecnológicos y desafíos emergentes, así como incrementar el nivel de preparación tecnológica en el campo almeriense para garantizar sus sostenibilidad y el mantenimiento de su liderazgo en el futuro. Dentro del proyecto se llevarán a cabo también labores de difusión que proporcionen una alta visibilidad en el mercado.


 



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