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El pueblo de la Alpujarra Almeriense en el se dice que en sus barrancos aún hay tesoros ocultos

La tradición advierte que el oro morisco está protegido por maldiciones: quien lo busque sin permiso del "espíritu guardián" sufrirá desgracias

Área Recreativa El Nacimiento, situada en Laujar de Andarax, en la Alpujarra Almeriense.

Área Recreativa El Nacimiento, situada en Laujar de Andarax, en la Alpujarra Almeriense.La Voz

Trinidad Rodríguez Fernández
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Entre los valles fértiles y las abruptas sierras de la Alpujarra Almeriense se esconde una historia que mezcla realidad, tradición y misterio: la leyenda de los tesoros moriscos. Laujar de Andarax y Fuente Victoria, que en su momento compartían territorio, no son pueblos cualquieras. 

A sus calles estrechas, sus acequias moriscas y sus iglesias monumentales les acompaña un aura de misterio que, desde hace siglos, alimenta la imaginación popular: la existencia de tesoros escondidos por los moriscos expulsados tras la Rebelión de las Alpujarras.

Según las crónicas, aquí se reunieron en secreto líderes moriscos para organizar el levantamiento contra Felipe II, hartos de las prohibiciones sobre su lengua, su ropa y su religión.De esos encuentros salió el plan de coronar a Abén Humeya como rey de los moriscos. Desde allí, la rebelión se extendió como la pólvora por las sierras de la Alpujarra.

Laujar de Andarax, corte efímera de un rey

Este municipio almeriense, en el que nace el río Andarax y situado a 906 metros sobre el nivel del mar, fue, durante un tiempo, una especie de "corte itinerante" para Abén Humeya y sus seguidores. Su posición estratégica, en un valle fértil rodeados de montaña del parque nacional y natural de Sierra Nevada, lo convirtió en refugio y centro neurálgico de la insurrección.

Laujar, considerada la capital de la Alpujarra almeriense, cuenta con una ruta de pilares

Laujar, considerada la capital de la Alpujarra almeriense, cuenta con una ruta de pilaresLA VOZ

Pero tras la derrota y la posterior expulsión de los moriscos en 1609, Laujar quedó marcada por la memoria de aquellos días. Las crónicas hablan de familias enteras que, antes de huir apresuradamente hacia África o a otros rincones de la península, ocultaron lo más valioso que poseían: joyas, monedas, documentos y utensilios de plata.

El nacimiento de una leyenda

Desde entonces, circulan historias sobre tesoros ocultos en cuevas, barrancos y aljibes.El Barranco del Diablo, a medio camino entre Laujar y Bayárcal, es señalado como lugar de escondite. Los vecinos cuentan que allí se enterraron tinajas con oro y que, en noches de luna, se escuchan lamentos y pasos invisibles.

En las cuevas del Cerro de la Cruz, algunos creen que Abén Humeya dejó armas y riquezas antes de su huida. Las antiguas acequias de Fuente Victoria también están envueltas en misterio: bajo sus aguas se sospecha que hay cofres sellados con plomo, inaccesibles desde hace siglos.

Nacimiento del Río Andarax, en Almería

Nacimiento del Río Andarax, en AlmeríaMarina Ginés

En cualquier caso, cabe señalar que aunque arqueólogos y estudiosos no han hallado pruebas documentadas de estos tesoros, sí reconocen que la hipótesis es plausible: los moriscos huyeron con tanta prisa que lo lógico era esconder lo poco o mucho que tenían.

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