La ruta de Cabo de Gata que atraviesa dunas fósiles, formaciones volcánicas y pequeñas calas
El sendero que va por la playa de los Genoveses hasta la de Mónsul en uno de los espacios naturales más impresionantes de la provincia

Playa de Mónsul, roca, parque natural Cabo de Gata-Níjar.
Las playas de los Genoveses y Mónsul son las más célebres de la zona de Cabo de Gata. Una manera de poner visitar las dos es poder ir de una a otra andando. Para ello existe un sendero que va siendo cada vez más aclamado por los visitantes, por el maravilloso paisaje por el que se pasa al realizar la ruta. Atravesando dunas fósiles, formaciones volcánicas y pequeñas dunas no muy conocidas, esta ruta a pie se está convirtiendo en un icono paro los amantes del senderismo en la provincia.
Playas de Almería
La cala más solitaria de Cabo de Gata entre acantilados volcánicos: arena dorada y aguas cristalinas
Trinidad Rodríguez
La ruta a pie es la alternativa al coche. Los coches se pueden aparcar en los aparcamientos de las playas pero estos son de pago y tienen aforo limitado. La ruta tiene una longitud de unos 5 kilómetros y dura una hora y media sin paradas, pero a los senderistas les es imposible realizarla sin parar a deleitarse del increíble paisaje o de disfrutar de un baño en una de las calas perdidas. Solo se necesitará ir preparado con un gorro, crema solar, un buen calzado (por las zonas rocosas) una botella de agua y las ganas de disfrutar de una ruta única en la playa.
La ruta por Cabo de Gata, paso a paso
La ruta comienza en la playa de los Genoveses, desde allí, siguiendo recto de manera paralela a la orilla del mar, se llega al Morrón de los Genoveses. Se trata de un promontorio volcánico que se adentra en el mar, cuya parte más alta cuenta con 78,2 metros sobre el nivel del mar. Se puede subir y disfrutar de las vistas de la playa. Pero para continuar la ruta, hay que pasar por un estrecho sendero que pasa entre el Morrón y la costa, sirección sur.

Vista desde el Morrón de los Genoveses
Una vez se deja atrás la playa de los Genoveses, se encuentra la primera cala: la Cala de los Amarillos. Compone esta cala la primera de las pequeñas calas que componen esta ruta, conocida como 'la ruta de las calas mágicas. Esta primera cala se encuentra encajada entre paredes volcánicas, cuyo color le da nombre. Le sigue entonces la Cala del Príncipe, que se puede rodear, y después la Cala Grande. En esta última destacan las dunas de arena y las paredes compuestas de basalto que la rodean. Estas pequeñas calas tienen menor accesibilidad, por lo que son menos transitadas. En muchas no hay apenas gente, y el nudismo es común.

Cala Grande
Las paredes de piedra proporcionan a la ruta un refugio de sombra que la hace más llevadera. Siguiendo por la orilla, se llega a la Cala del Barranco, una cala más grande que las anteriores. Esta está caracterizada por unos fondos marinos de origen volcánico y fondos de posidonias, así como por el pequeño bosque de origen antrópico de pinos y palmeras. También es común el nudismo en esta cala. Le sigue la Cala del Lance del Perro, otra cala de difícil acceso y a la que acude la gente en busca de tranquilidad y la conexión con la naturaleza.

Un atardecer desde la duna de Mónsul
Se continúa por el cerro, dejando las calas atrás, y se llega a la playa del Barronal, una playa grande y más transitada que cuenta con aparcamiento. Su nombre encuentra origen a los barrones que abundan las dunas de la zona. Continuando la ruta se puede pasar por encima de otras pequeñas calas de más difícil acceso. Pero poco después se llega a la duna de Mónsul, que indica el final de la ruta. Esta duna se encuentra en el lateral de la playa de Mónsul, y si se sube a ella, se puede disfrutar de una asombrosa panorámica de la playa. En ella se podrá observar la famosa Peineta de Mónsul, una formación rocosa volcánica con forma de ola gigante. Es un icono de la playa y del parque, y divide la playa en dos partes, además de que proporciona sombra a los bañistas.

Peineta de Mónsul
Esta ruta es una de las que vale la pena hacer. A pesar del calor y el camino rocoso, a veces algo difícil, el sendero desde la playa de los Genoveses a la playa de Mónsul ofrece el paso por unos paisajes volcánicos increíbles y pequeñas playas en las que reina la tranquilidad, diferentes entre sí.