La cala más solitaria de Cabo de Gata entre acantilados volcánicos: arena dorada y aguas cristalinas
Con apenas 120 metros de largo, se encuentra rodeadas de paredes rocosas de tonalidades grises y rojizas que ofrecen un contraste espectacular con el mar Mediterráneo

Cala Príncipe (Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar)
Por todos es conocida la playa volcánica de Mónsul, una de las joyas indómitas de los cincuenta kilómetros que rodean el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Sin embargo, no sucede lo mismo con la pequeñita Cala Príncipe, de una profunda arena fina y aguas turquesas, situada en el centro de la zona conocida por Barronal.
Son tres calas que muestran las características volcánicas del macizo de Cabo de Gata. Formaciones de andesitas y datitas, que desarrollan la imaginación. Ahora bien, hay que tener en cuenta que no cuenta con camino balizado, por lo que se requiere caminar por la arena o entre rocas y, en algunas ocasiones, puede que te mojes las pantorrillas.
Se llega pie a través del sendero que sale de la ensenada de la Playa de Los Genoveses, por tanto, es la cala a continuación de Cala Chica. Esto quiere decir que no es recomendable visitar esta calita de unos cientoveinte metros de longitud y unos treinta metros de ancho con niños, personas mayores o en caso de ir cargado con sombrillas, sillas de playa, neveras, etcétera. Tampoco hay socorritas.
Un paisaje virgen de belleza volcánica fuera del mapa
Una cala silenciosa, íntima y salvaje, situada en pleno corazón del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, lejos de chiringuitos, sombrillas y masificaciones. Un lugar que parece haber sido diseñado para quienes aún buscan el Mediterráneo auténtico.
El mar, limpio y transparente, invita al baño tranquilo, al snorkel entre peces y erizos, y al silencio respetuoso de quienes saben que están en un santuario natural.

Julio Béjar, en la Cala del Príncipe del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. / Foto: Daniélfico
El Mediterráneo intacto que aún sobrevive en Almería
No aparece en los folletos turísticos ni tiene indicaciones para llegar. Es más, no hay señales ni caminos asfaltados que lleven hasta ella. No obstante, quienes la encuentran no la olvidan. Cala Príncipe es una de esas joyas del sur de España que solo revela su belleza a quienes están dispuestos a ganársela.
Y es que llegar a Cala Príncipe requiere un pequeño esfuerzo. La mejor forma de alcanzarla es a pie desde la Playa de los Genoveses, siguiendo un sendero costero que bordea acantilados y pequeñas calas ocultas.
En este sentido, cabe recordar que durante el verano, el acceso en coche a Genoveses está regulado y controlado. Se recomienda dejar el vehículo en San José y tomar un autobús lanzadera o caminar.

Playa de Los Genoveses.
El recorrido es de aproximadamente un kilómetro, aunque quienes buscan una caminata más larga pueden recorrer el sendero completo que une Genoveses con Mónsul, pasando, claro está, por esta calita.