La belleza del Parque de Cabo de Gata es inabarcable. Tanto que hay espacios o senderos abandonados en el olvido por la escenografía deslumbrante de las playas de Mónsul o Genoveses. Para recorrer esos lugares únicos he recurrido a cuatro conocedores del Parque para que buscaran en el archivo de sus emociones aquellos “otros” lugares que, aunque menos conocidos, son fundamentales en el territorio que por su poliédrica belleza hacen del cabo de Gata un lugar privilegiado en el mundo. El catedrático Andrés Sánchez Picón, el ecologista Antonio Fernandez, el periodista Antonio Hermosa y el amante de la mar Antonio F. Rubio han buscado en su memoria sentimental y estos son los lugares que ningún visitante debe perderse cuando se acerque a la Joya de la Corona almeriense.
El Cerro de La Testa
Camino del Faro de Cabo de Gata nos encontramos con el Cerro de La Testa, un promontorio de casi 350 metros de altura, donde se dice que antiguas civilizaciones practicaban ritos religiosos. En su ascensión nos encontramos con los restos de la batería instalada durante la Guerra Civil para defender la bahía de Almería. Las vistas de Las Salinas y la playa de Cabo de Gata son espectaculares. Las puestas de sol, inmejorables.
La Torre de Vela Blanca
Un espacio estratégico para ver, al oeste, las calas y el faro de Cabo de Gata y, al este, las inmejorables playas de Cala Carbón, Media Luna, Mónsul y Barronal. Más a la lejanía se vislumbra la bahía de Genoveses. Otro lugar que permite valorar la importancia de este Parque Natural, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
La duna de Mónsul
La acumulación de arena aportada por el paso del tiempo ha dado este lugar tan maravilloso. Muchos visitantes disfrutan de este espectáculo que debe ser observado, pero no pisado, para no alterar el medio.
Cala Grande
Conocida por muchos como "Cala Príncipe", situada en el centro de la zona conocida por Barronal. Son tres calas que muestran las características volcánicas del macizo de Cabo de Gata. Formaciones de andesitas y datitas, que desarrollan la imaginación.
El reino de la posidonia
Bucear en toda la línea de costa es otro de los grandes atractivos. Las praderas de posidonia permiten disfrutar de aguas transparentes, que permiten ver una amplia variedad de peces y formaciones rocosas sumergidas.
La chirimoya
En la desembocadura del Barranco de la Cruz del Muerto encontramos una cala con nombre inconcreto en la carta náutica. Existe una denominación popular que la describe como Cala de la Chirimoya o, como decimos en Almería, del chirimoyo. Es muy pequeña, pero acreedora de una sinfonía. Accediendo desde la mar, ofrece un tramo de natación muy gratificante por sus aguas nítidas que revelan unos fondos espectaculares.
Cala Carbón
Es un emplazamiento muy especial para los amantes de la rotundidad de la naturaleza. Como casi todas las calas de la zona, resulta de la desembocadura de un barranco (Barranco de Mónsul) con escorrentías y aporte de material erosivo. Las columnas basálticas, retorcidas por la violencia volcánica, dan cobijo y dramatismo a una cala en la que hay que estar muy atentos a la maniobra de fondeo, pues un borneo imprevisto nos puede dirigir hacia
Ruta de la Piratería
En el año 1509 el rey Carlos III decidía, ante los constantes asaltos de los piratas bereberes, crear un sistema defensivo. Todo el litoral del Cabo estaba trufado de esos sistemas defensivos y perviven, como restos arqueológicos o transformados en faros, entre ellos la Torre de los Alumbres, en el centro del Valle del Playazo de Rodalquilar, la Batería de San Francisco de Paula, donde ahora se ubica el Faro de Cabo de Gata, la Torre de Vela Blanca o la Torre Caliguera, en la zona del actual San José. Un poco más al norte la Torre de Los Lobos y, junto a ella el Faro de La Polacra, el situado a mayor altitud de entre los faros españoles (281 metros sobre la línea de costa).
Ruta del cine
El Parque ha sido y es un gran plató natural. Fue el escenario escogido para varias escenas de la célebre Lawrence de Arabia. El Playazo de Rodalquilar inspiró la película de Miguel Uribe ‘Lejos del Mar’, y la bahía de Los Escullos acogería grabaciones del filme ‘Año Mariano’ que protagonizó Karra Elejalde. En el área de San José los cineastas encontraron parajes apropiados para películas como ‘Por un puñado de dólares’, grabada en el Cortijo El Sotillo con Clint Eastwood. Con el mismo protagonista se grabarían en Genoveses escenas de ‘La Muerte tenía un precio’ y, en ese mismo espacio tendrían protagonismo en películas como ‘El Niño’ o ‘El Viento y el León’, protagonizada por la superestrella británica Sean Connery. No se puede hablar de cine sin citar la playa y la célebre duna de Mónsul, que dieron forma a paisajes para filmes como ‘Indiana Jones y la última cruzada, también con Sean Connery,
Ruta del Oro
En el entorno de Rodalquilar se ubica una de las mayores minas de oro explotadas en Europa. Todo partió del descubrimiento, en 1865 de la famosa Mina de Las Niñas, que se comenzó a explotar en la segunda mitad del Siglo XIX. La minería del oro se sumaba a otros minerales extraídos en el Cabo de Gata de los que, actualmente, sólo quedan dos en explotación en el Parque Natural, las de Los Murcianos y Los Escullos, visibles por tratarse de suelos de un ocre muy claro, casi blanco, que resaltan en un paisaje mucho más oscuro a consecuencia de los materiales volcánicos de esta área.
La sinfonía de los pájaros
Posiblemente uno de los segmentos o focos de interés menos conocidos incluso por los propios almerienses, pero la avifauna que se puede encontrar en las Salinas del Cabo de Gata y en las varias zonas esteparias del Parque Natural constituyen un tesoro imposible de encontrar en el resto del Europa. Esa riqueza varietal, esa biodiversidad tan compleja, da lugar a un turismo ornitológico de un atractivo cada vez mayor. En ese tipo de turistas ganan por goleada los británicos. Para ellos Las Salinas son sin duda un paraíso y, desde otros orígenes de nuestro turismo, el interés en pájaros, en plantas o en flores no ha dejado de crecer. Hay quien niega que exista el paraíso. Y eso es que no ha conocido el Parque de Cabo de Gata- Níjar. No es el único paraíso en la tierra, pero es almeriense y la belleza de su geografía es tan abrumadora que, a veces, la emoción que provoca contemplarla produce dolor.