El Almería no firma el empate: muere atacando
La ambición sin reloj es la imagen de poder que proyecta a sus rivales y le hace acreedor siempre a la victoria

La imagen en Riazor fue impecable con una ambición sin límite.
El Almería gana donde otros pierden y no es fruto de la casualidad. El equipo se ha convertido en un bloque sólido y su propuesta en el campo intimida a sus rivales que notan su ambición de victoria y se repliegan ante el caudal de juego que ofrecen. No solo se ha dado en A Coruña y ha pasado a lo largo de la temporada. El Almería no firma el empate y muere atacando a sus rivales sin mirar el crono. Le pasaba en Riazor donde cualquier equipo entra en el descuento con un punto y asegura lo conseguido en 90 minutos, pero no fue el caso de un Almería que acabó buscando la portería del Depor para darle el golpe definitivo y ser el primero en derrotarlo.
Con el marcador en ventaja tras el gol de Bonini buscaba el segundo bien tapado acabando jugada y el partido lo tuvo siempre en su mano, como hacen los grandes favoritos de LaLiga. Ha pasado de conceder a no permitir al rival y eso se nota en la defensa que vive más tranquila porque ya no le llegan en rápidas transiciones. No se descubre el equipo y solo tiene un problema a solucionar: el remate final, porque se pisa el área con determinación y ha faltado remate. Los aficionados aplauden la puesta en escena de un Almería valiente y saben que la categoría es complicada, pero jugando como lo viene haciendo el equipo de Rubi los marcadores van a ser aún mejores.
La imagen de poder que proyecta el Almería intimida a sus rivales que se ven sorprendidos cuando una vez elevada la tablilla del descuento el equipo sigue atacando y no se conforma con lo que tiene en la ‘talega’. Eso se llama ambición, que gana partidos en una categoría donde los detalles marcan los resultados y para el Almería el principal de los detalles se llama victoria.
Ambición y valentía para vencer
- El Almería no se conforma con el empate, ataca hasta el último segundo
- El equipo ha corregido sus transiciones y ahora protege mejor su portería
- Rubi ha moldeado un bloque reconocible que impone respeto y domina
- Thalys necesita tiempo, pero su potencial puede ser decisivo para el gol
- Los rojiblancos suman menos puntos de los que merecen por su juego
Siempre salen a por la victoria
La primera jornada de LaLiga empezaba como acabó la pasada y parecía una prolongación. Todos los mensajes del entrenador saltaban por los aires en el sentido de construir el equipo desde la defensa. Algo pasaba,¡ que se ha solucionado. Se corregía en la primera salida ganando con la portería a cero y se iban acoplando las piezas y el once tomaba forma. De la primera a la octava jornada que se ha celebrado el equipo ha ido en línea ascendente, y ha perdido dos partidos siendo mejor que su rival y valiente a la hora de competirlos, ya que el Racing se benefició de la roja a Lopy como en Valladolid el VAR noqueaba a los rojiblancos.

Tras lanzar la moneda al aire el colegiado el Almería empieza su sinfonía.
Los dos partidos perdidos se debieron ganar y en A Coruña le quitaba dos puntos una estrella. Ver al equipo no conformarse con el empate e insistir en la victoria acabando los partidos en el área rival, es el sueño de todo aficionado y lo ha conseguido un Almería que no amarra cuando la victoria te da dos puntos más. Un equipo ganador en toda regla es lo que presenta Rubi en cada jornada sin mirar el campo ni al rival. Sumar de tres y crecer en cada partido son los objetivos y todo apunta a que a medida que el equipo se vaya consolidando los aficionados van a disfrutar.
Un punto no sacia la sed de los ganadores
Los 12 puntos de la clasificación son pocos a tenor de la propuesta de un Almería valiente y decidido para conseguir la victoria. No se mira el reloj y los cambios siempre van encaminados a mejorar las prestaciones del equipo y con ello acercarlo a la victoria. La propuesta valiente casa con el corte de los futbolistas que son jóvenes y ambiciosos en su mayoría, con toques de experiencia a base de jugadores ganadores. En Riazor se vio el Almería que viene y la mejor noticia es ver al líder encerrado atrás y casi pidiendo la hora ante un rival de categoría.
Una asignatura que seguro aprobarán
Por pedir a un Almería valiente, lo que toca es hacer crecer a ese ‘9’ que te garantice los goles que llevan a la Primera División. El que acaba empujando a gol todo lo expuesto debe ser Thalys por el que ha apostado fuerte el club. El jugador necesita acoplarse al ritmo de LaLiga y la paciencia juega a su favor. Ha tenido minutos y debe ir ganando en confianza para ser el delantero que marque las diferencias y de triunfos con sus goles. Se está haciendo un trabajo en los entrenamientos para que su puesta en escena esté al nivel de los compañeros. Se trata de un jugador de solo 20 años que necesita alta competición. Otros como Dzodic, Selvi o Perovic deben ser su espejo para triunfar en España.

El equipo ataca y se defiende con la pelota demostrando gran solidez.
Si el Almería logra poner en órbita a Thalys y empieza a marcar goles, el camino de la gloria será más fácil porque está todo inventado en LaLiga y un ascenso pasa por defender bien y tener un delantero que promedie entre 10 y 15 goles. Esa debe ser la misión de Rubi y su nuevo goleador. Es la pieza que le falta para ese Almería valiente que no firma el empate y muere atacando hasta el pitido final. Este Almería con Luis Suárez sería imparable y una vez olvidado el colombiano, toca encontrar su recambio natural a pleno rendimiento.