Muchos ya no se acuerdan de aquel futbolista zurdo que jugaba en la medular de un Almería que no pasaba de sufrir para mantener la categoría, hasta que con la llegada de Turki Al-Sheikh todo cambió. Aguantó una temporada y a la siguiente se marchaba al Albacete porque no paraban de llegar estrellas al Almería. José Manuel Núñez Martín ahora tiene 27 años y no se ha perdido del mapa, ya que ha disputado el Play Off de ascenso a la categoría de plata con el Antequera y queda libre para buscar un nuevo destino. 

Fue de los pocos que aguantaron la transición García-Turki y el 16 de septiembre de 2020 ponía el punto y final a su larga estancia en Almería con destino Albacete. Fueron 5 años maravillosos para un jugador que no pasaba desapercibido por su enorme calidad.

Su idea siempre fue triunfar en Almería y lo consiguió a base de crecer en su cantera hasta que el cambio de propiedad subía el caché de los fichajes, y los que venían de la etapa Alfonso García dejaron de contar para la nueva propiedad. Chema dejaba de tener oportunidades con la rojiblanca y daba paso a esos fichajes ‘bomba’ que no paraban de llegar para alegría de unos aficionados que pasaron del hambre a la abundancia con el cambio de dueño. 

El sevillano no se quedaba cruzado de brazos y tras brillar en una cesión al Albacete, firmaba con el club manchego y cumplió su contrato con cesiones al Betis Deportivo, antes de comprometerse dos temporadas con el Real Unión de Irún. El Antequera ha sido su último destino y a partir del 30 de junio es agente libre.

Veterano de cantera

Cuando llegó en edad juvenil en 2015 podía escribir un libro sobre sus experiencias en el fútbol formativo. No es el primero que saltaba de la cantera del Sevilla a la del Real Betis, pero todo comenzaba en el equipo de su pueblo: La Puebla del Río. Siendo campeón en alevines se fijaba en él uno de los ‘ojeadores’ del Sevilla que le llevaba a una gran cantera. Fueron dos años inolvidables para luego recalar en el Coria, y a los 14 años llegaba al Real Betis. Fueron dos temporadas para volver al Puebla siendo mejor futbolista, y del equipo de su pueblo otra vez a vestir la camiseta del Coria en el Estadio Guadalquivir. El Almería apostaba por Chema y no se equivocó, ya que demostró la calidad de la que venía precedido.

Calidad sin padrino

Del juvenil del Almería saltaba al filial en 2016 y luego a la primera plantilla, porque su calidad llamaba la atención de los entrenadores rojiblancos. Iba creciendo y consolidando su forma de jugar pero no era tarea fácil en un club que con Alfonso García apuraba la economía y con la llegada de Turki Al-Sheikh, comenzaba la llegada de estrellas bien pagadas. No le benefició el cambio de propiedad y como no tenía un padrino se tuvo que marchar, cedido primero y rescindir después, ya que su Almería del hambre entró en dinámica abundante y se pasó de jugadores de perfil medio a futbolistas llamados a competir en Primera. Iba perdiendo brillo y tuvo que hacer las maletas como muchos de sus compañeros que asistían con asombro a toda la riqueza de Turki Al-Sheik. Chema, no se ha perdido del mapa y le queda mucho fútbol que ofrecer. Y no necesita padrino.