El Almería había bajado de Primera División con tres entrenadores: Juanma Lillo, José Luis Oltra y Roberto Olabe. Había que volver a la máxima categoría y Alfonso García Gabarrón va y se saca de la chistera a un entrenador argentino de 30 años al que aloja en el Gran Hotel Almería. Fue anunciado pero nunca presentado, ya que hubo un problema con los papeles para poder entrenar al otro lado del Atlántico y aquello no terminó de arreglarse, y se pegaba medio mes mirando al Cable Inglés y al Puerto de Almería. Ahora tiene 44 años y una carrera lanzada, pero aquello no funcionó como tampoco su vuelta a España con el Alavés donde duraba solo 4 partidos. La suerte no le ha acompañado en sus aventuras por nuestro país pero tiene una bonita historia con LA VOZ de Almería y Cadena SER.

En aquel caluroso mes de junio de 2011 Almería asistía al desencanto de haber perdido la Primera División como Unión Deportiva. Alfonso, muy amigo del mercado sudamericano, contactaba con un joven entrenador que a día de hoy tiene toda la titulación para dirigir por el mundo, pero algo faltaba que no acababa de llegar y seguía instalado en el corazón de Almería con todos los gastos pagados y derecho a piscina. Pasaban los días y Luis Zubeldía se hizo amigo de todos los empleados del Gran Hotel y se le veía salir a pasear por el Puerto, Almadrabillas y Paseo de Almería. Un día contactamos con él y nos abría su habitación y nos mostraba esa ciudad nueva para él. Muy joven e ilusionado, hablaba de un fútbol nuevo para nosotros. Parecía un actor de cine: guapo y muy listo para afrontar su primer gran reto en España.

Gran Hotel

Cuando se dio a conocer por LA VOZ que estaba instalado en el hotel de las estrellas de los sesenta, empezaron a ir peñistas y aficionados en general para hacerse una foto con ese entrenador que iba a cambiar para siempre la historia del Almería. Decía el presidente que no lo presentaba por temas de papeleo y al final lo despachaba para Argentina cansado de esperar, y firmaba a Lucas Alcaraz, al que despedía un Martes Santo con el equipo en Play Off, y llamaba al Boquerón Esteban con el que no se jugaba la promoción. Como el fútbol no tiene memoria, hasta que no firmó en el Deportivo Alavés nada más se supo de Luis Zubeldía. Tuvo que esperar al mercado invernal de 2012 para entrenar al Barcelona de Guayaquil y relanzar su carrera tras pasar por España. Ahora tiene 44 años y mucho mercado internacional.

Documentación

Cuando el hombre fuerte de Alfonso García en el Almería era preguntado por Zubeldía siempre remitía a la documentación y a las gestiones muy avanzadas, para que empezara a entrenar con la plantilla. Había muchos futbolistas de Primera en aquel Almería y era una apuesta segura dirigir a este club que siempre estuvo con los grandes de la categoría de plata, hasta el punto de rozar la lucha por el ascenso. Alfonso se quedaba sin su entrenador “emergente” y el Almería volvía a ser noticia nacional por tener a un entrenador ‘encerrado’ en un hotel y sin papeles para entrenar. Nadie puede asegurar con exactitud si fueron los papeles o un desacuerdo económico porque llegaron ‘tiros’ desde Argentina. El caso es que se fue como llegaba: sin hacer ruido con su estampa de gran actor en el hotel del Cine en Almería.

Lucas Alcaraz

Aquella temporada no empezaba tranquila y le tocaba a un entrenador granadino cargar con una plantilla muy cara para Segunda, que había que aligerar. Lucas Alcaraz hizo lo que pudo y estuvo siempre mirando a Primera hasta que un Martes Santo era despedido con el Cristo del Perdón en la calle y una afición sorprendida, ya que la relación presidente-entrenador era muy fluida. No se logró el ascenso que pretendía Luis Zubeldía y acababa en el banquillo un Boquerón Esteban que se marchó sin jugar el Play Off que era una consolación para la gran plantilla rojiblanca. Llegaría un nuevo ascenso porque esa temporada explotaba Aleix Vidal de la mano de Alcaraz y le dejaron a Javi Gracia el equipo prácticamente hecho para de devolverlo a la élite, en un Play Off inolvidable ante Las Palmas y Girona. Zubeldía a sus 30 años fue un señor del fútbol pero solo dirigió en el Gran Hotel.