Melero no tiene la culpa
El que lo pone debe de responder

Gonzalo Melero en el partido del pasado sábado contra el Valencia.
LA OPINIÓN DEL DÍA: Como persona es fabuloso y como deportista es un diez pero lleva dos temporadas en Almería y no hemos visto su mejor versión. Las lesiones han lastrado su etapa rojiblanca y la imagen de Valencia no le ayuda y apunta al que lo puso titular como el principal culpable. Iba sin punta de velocidad y falló un gol cantado por llegar asfixiado al remate. La calidad se le reconoce y su voluntad de ayudar al equipo daña la vista pero no está para jugar en Primera y si Garitano le sacó por Robertone tendrá sus razones pero le hizo un flaco favor al equipo y al jugador que iba perdido por el centro del campo y cuando pisó el área lo hizo sin el oxígeno suficiente para ser determinante. Melero no tiene la culpa y su alineación en Valencia responde a un nuevo error de Garitano.
Lo pidió a gritos Rubi y se lo firmaron. Llegó para ser uno de los pesos pesados del vestuario la pasada temporada y cumplió con creces dando fuerza al vestuario y haciendo buenos partidos pese a que llegó y se lesionó. No tuvo regularidad pero rindió.
Esta temporada la inició con muchas ganas de ser el Melero que todos conocimos y no ha estado a la altura que él desea y se le ve lento sin punta de velocidad y ese cambio de ritmo que le llevó a la élite de nuestro fútbol.
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Lento
Al Melero de Valencia se le vio con más ganas que forma física. Estuvo lento en algunas acciones y no llegaba al balón. Nadie le discute que le puso ganas pero iba a otra velocidad y se le notó lento en muchas acciones. Tuvo un gol cantado y lo falló por llegar asfixiado.
Los cambios de ritmo que solía hacer y por lo que fue fichado para el Almería no los realiza de la misma forma y su presencia en el área se mantiene pero con menos eficacia.
Ganas
Siendo uno de los pesos pesados del vestuario del Almería siempre da la cara y sale a escena pese a que no se encuentra en su mejor momento. Garitano le puso en Valencia y no le hizo un gran favor ya que se le ve lejos de su mejor estado de forma.
El entrenador que vino para arreglar y no arregló al Almería en una jornada ‘redonda’ con errores en la alineación, en los cambios y en las declaraciones lo ‘bordó’ poniendo a Melero.
Dos temporadas
Dos campañas con el madrileño en Almería y se ha adaptado bien a la ciudad y al equipo pero no ha conseguido ser el futbolista que todos esperamos y se pasan las jornadas y no termina de abandonar esas dolencias físicas que le merman.
No se vio una buena versión de Melero en Mestalla y Garitano no le hizo un favor poniéndolo de principio justo cuando más exigía el partido en el apartado físico.
Melero no tiene la culpa.