La Voz de Almeria

UD Almería

No hay casualidad que dure tres meses

El equipo de Rubi no fue capaz de frenar a un rival de inferior categoría.

El equipo de Rubi no fue capaz de frenar a un rival de inferior categoría.La Voz de Galicia

Miguel del Pino
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El Almería firmó el pasado domingo su séptima derrota consecutiva fuera de casa, unos números que se han dado muy pocas veces en la moderna historia del fútbol almeriense. En el deporte del balompié se dan a veces casualidades, pero no hay casualidad que dure tres meses. Cuando un acontecimiento se prolonga durante tanto tiempo no hay ninguna duda que tiene unas causas razonables detrás que lo justifica.

Henos aquí en un lunes de tremenda resaca futbolera tratando de encontrar justificación a lo acontecido el pasado domingo en tierras orensanas. El Almería se enfrentaba a un equipo de Segunda de la RFEF pero no uno cualquiera,sino el mejor hasta la fecha en esta categoría. Así lo habíamos advertido desde esta atalaya de opinión. Pero  Rubi no supo valorar el potencial de los gallegos y se presentó en el Municipal de Espiñedo con un equipo de no habituales condenado al fracaso antes de que el balón echara a rodar.

Al término del partido Eguaras fue claro en sus manifestaciones: “No hemos hecho una buena lectura del partido”. Y el primero que tiene que hacer una buena lectura es el entrenador. El desarrollo del duelo demostró que el técnico del Almería infravaloró al rival y lo pagó muy caro porque su equipo sufrió una derrota humillante ante un cuadro que milita tres categorías por debajo.

No tengo claro cuales fueron los motivos por los que Rubi decidió dejar fuera del choque a sus titulares habituales no habiendo más partidos de competición a la vista, algo que no hizo ningún otro equipo de Primera. Pero se me ocurren varios. Una opción sería que pretendiera tirar la Copa por la borda pensando que en un futuro molestaría más que ayudaría.

Por otra parte, podría ser que buscara echar un pulso a la dirección deportiva sacando un once en el que el transcurrir del encuentro demostrara que algunos de los futbolistas de su plantel no son de Primera. En cualquier caso le salió el tiro por la culata porque el que quedó más retratado en tierras orensanas fue el técnico sobre el que llueve sobre mojado en sus seis anteriores compromisos fuera.

Con más pena que gloria, porque los locales fueron mejores, el Almería sacaba un punto de su desplazamiento a Elche en la segunda jornada liguera. Desde ese momento los fracasos en los encuentros lejos del Mediterráneo se han ido sucediendo hasta culminar en lo que ha sido una tragedia deportiva para el almeriensismo no tanto por lo que pueda suponer la eliminación en el devenir de la entidad sino por la forma.

Todos pensábamos que el duelo copero era una excelente oportunidad para obtener el primer éxito de la campaña fuera de casa. Nuestro gozo en un pozo. Rubi sigue sin dar con la tecla y los suyos se ven impotentes para vencer a un equipo de cuarta categoría. El partido además dejó ‘retratados’ a varios jugadores. Sacar a Centelles de inicio tras varios meses sin competir era  ponerlo a los pies de los caballos y éstos le cocearon.

Kaiky vio condicionada su actuación por el fallo inicial, algo lógico en un futbolista de 18 años, hasta el punto de firmar su peor actuación. El técnico debió de arroparlo. Lázaro Vinicius fue un espectador en el terreno de juego. Hasta el momento el haber pagado siete millones por él se presenta como un fracaso de la dirección deportiva porque está a años luz de lo que debe ser un jugador de élite.

Finalmente Sousa se vio siempre superado por los rivales tanto en velocidad como en posicionamiento. No es una alternativa válida para la posición de ariete. Como era de esperar el encuentro tuvo un negro protagonista que fue el canario Pulido Santana, que no suele mantener una buena relación con la escuadra almeriense desde tiempo inmemorial.

Sin que sus decisiones tuvieran ningún peso en la justa victoria de los locales volvió a ser implacable con los rojiblancos en el tema de las tarjetas. Culminó su actuación a favor de corriente expulsando injustamente a El Bilal por ‘golpear con la mano en cara de un adversario con uso de fuerza excesiva sin estar el balón en disputa’, según reza en el acta. Ni hubo fuerza excesiva, ni le dio en la cara y los corrían a disputar un balón.

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