Nuestros jugadores van a la oficina
Estamos en sus manos para seguir en la LFP no nos queda otra

Lucas Alcaraz con la plantilla en la oficina del Almería.
Van a los partidos como cuando van a entrenar. Cumplen los horarios y son buenos trabajadores como nuestros funcionarios. Siempre puntuales y dando servicio a los demás. Grandes.
Hablo del Almería instalado en una vida en calma ya que aquí nunca pasa nada y se entrena y se compite como en pocos lugares del planeta. Bendita tierra.
Los futbolistas de Lucas Alcaraz como los de Ramis o Sergi Barjuan salen al campo a jugar y a esperar lo que les depara el partido. Van a echar la jornada de competición como la de entrenamiento: siempre profesionales. Nuestros jugadores van a la oficina.
Pero el fútbol no es una oficina por mucho que cumplan los horarios los jugadores rojiblancos. El fútbol es pasión, entrega, esfuerzo y ansiedad por ganar: siempre ganar.
Muchas veces veo en el campo a los de Lucas como veo en la oficina a tantos de ustedes cumpliendo su obligación: pero el Almería tiene que ser algo más que una jornada laboral.
Ya le dijo un futbolista un día a Guillermo Blanes que: “yo he firmado un contrato y me pagan por entrenar y no he faltado un solo día”, ante el asombro del mandatario rojiblanco. Se quedó blanco.
Da igual si es la primera, la quinta o la jornada 35. Si pierden no tardan ni un instante en prometer ganar la siguiente jornada donde volverán a intentarlo. Y otra, y otra...
Un futbolista no debe de ser un funcionario y a veces viendo al equipo plano en el campo me da la sensación que no nos jugamos nada. Ellos van a entrenar y asisten a los partidos: todo en regla. Cumplen.
Estamos en sus manos para seguir en la LFP. No nos queda otra que apoyarles sin fin.
El Almería va a la oficina.
Pero el fútbol es otra cosa.