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La Niña del Cabo: "He tenido la suerte de conocer a tremendos musicazos cubanos y mexicanos"

“A pesar de haber estado 30 años fuera de aquí, a Almería la sigo sintiendo como mi casa, mi refugio”

La Niña del Cabo junto al autor de la entrevista, Antonio Hermosa en una calle de Almería.

La Niña del Cabo junto al autor de la entrevista, Antonio Hermosa en una calle de Almería.Lola Aguilar

Antonio Hermosa
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La cantante Noemí Maldonado, “La Niña del Cabo” ha regresado estos días a Almería. Ella nació en Madrid en 1974 pero, con tan solo un año, sus padres se mudaron con ella y sus hermana mayor a Las Palmas de Gran Canarias, donde residieron hasta que ella cumplió los siete, momento en el que se trasladaron a Almería, lugar en el que Noemí pasó los últimos años de su infancia y su adolescencia. Con 19 años volvió a Madrid a estudiar Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense, compaginando su carrera con los estudios de música flamenca, solfeo, armonía, educación auditiva, canto, composición aplicada, y otras disciplinas musicales, que encauzaron su vida hacia el mundo de la canción de autor. 

Ella considera que comenzó bastante tarde a vivir este ambiente: “los primeros años de mi vida me crié cerca de mi padre, que tocaba percusiones, y el primer ambiente que viví fue bastante musical. Desde pequeña siempre me atrajo la música, y era algo natural para mí, pero no empecé a estudiar y dedicarme más a ella hasta que me fui a vivir y estudiar a Madrid”.

Noemí se dejó conquistar por todo tipo de música. “Supongo que tengo influencias de todo lo que voy escuchando a lo largo del tiempo. Siempre me atrajo mucho la música de raíz, el folklore en general. El Flamenco es uno de mis pilares fundamentales, pero también me he sentido atraída por la música africana, por toda la música latinoamericana(Cuba, Brasil, Colombia, México, Argentina…), también el Rap, el Blues o el Jazz”.

Su salto a la profesionalidad lo dio con el nombre de “La Niña del Cabo”. “Decidí ponerme ese nombre en homenaje a ese Cabo de Almería, el Cabo de Gata. Todo ese paisaje increíble y bastante peculiar que siempre me inspiró. Forma parte de mis recuerdos de infancia y adolescencia que me marcaron mucho. Para mí, es un lugar espiritual al que vuelvo siempre, física o mentalmente”.

Al principio montó un grupo con otros tres amigos. “Empecé mi carrera creando mis canciones con la banda que formé con Iván, Bruno, Clara…fueron pasando varios músicos por ella. Con ella grabamos varias demos”. Es una mujer comunicativa que disfruta trabajando en equipo: “Me gustaba la idea de ser grupo, de arreglar juntos. Era muy divertido y también muy interesante. Poco a poco me fui dando cuenta de que quería experimentar con sonidos nuevos, seguir creciendo y que, para eso, necesitaba la libertad de andar sola. Además, llega un momento en el que, si tienes que tirar del carro con un montón de gente, te agotas. Así que, entre el 2009 y 2010, decidí romper la banda y empezar un camino sola(aunque montase banda allí donde iba y podía)”.

-Fue el momento en el que decidió salir de España y cruzar el océano para establecerse en Hispanoamérica. “En 2013 decidí irme un año a vivir a La Habana, en Cuba. Me dieron una visa cultural para poder hacerlo, y estuve viviendo allí un año entero, entre 2013 y 1014. Luego volví a España a presentar el disco que había grabado ese año y ver hacia dónde quería ir. Mientras vivía en Cuba, me llamaron para tocar en México y fue un gran descubrimiento. Encontré un país y un público muy interesante, al que no le había echado el ojo antes. Así que, después de estar parte del 2015 en España, decidí irme a México a seguir descubriendo ese continente maravilloso”.

Ella optó por volver a cruzar el océano y crecer musicalmente al otro lado del Atlántico. “Las razones que me llevaron a irme son varias. España estaba pasando por una crisis bastante potente. Surgió el movimiento 15M, del que formé parte. Por iniciativa propia, acababa de grabar mi primer disco, con muy bajo presupuesto y hecho a mano con una cantidad de esfuerzo impresionante. Sentí que no había mucho futuro y que las fuerzas se me iban entre una manifestación y la siguiente. Por otro lado, siempre quise cruzar el charco y, cuando estaba en la grabación del disco, ya andaba pensando en irme. Siempre me sentí atraída por Latinoamérica, su gente y su música, así que creí que ese era el momento de irse como fuese. Y así lo hice, no esperé a que nadie me llevase y me inventé la oportunidad yo misma”.

Así, entre unas cosas y otras pasó varias décadas viviendo fuera de España.“Mi experiencia ha sido increíble. Supongo que he aprendido muchísimo y he cambiado también. Siento que Latinoamérica, en general, está viva, tiene mucho que proponer. Al contrario que Europa, que yo siento que está más dormida. La gente de Cuba y México me han enseñado tantas cosas…..otra forma de ver la vida, de vivirla, de enfrentar la realidad, los problemas. He aprendido a quejarme menos, a vivir al día y disfrutar del presente, sin pensar tanto en el futuro”.

Aprovechó esos año para conocerse mejor y analizar su verdadera personalidad. “He vivido un proceso interno de quitarme filtros y ver quién soy realmente sin artificios y mostrarme tal cual soy, cada vez más, sin miedo a mostrar mi vulnerabilidad y, de paso, mi sensibilidad. Todo el trabajo que haces cuando te vas a vivir a un país que no es el tuyo, todas esas resistencias que tienes, sobre todo, los primeros años, te ayudan también a trabajarte a ti misma, ver cómo reaccionas ante determinadas cosas y todo lo que no te sirve para sobrevivir a ese momento. Así que puedo decir que, a nivel personal, toda esta etapa vivida hasta ahora, ha sido maravillosa”.

“La Niña del Cabo” admite que tiene muchas influencias. En su carrera musical ha autoeditado tres discos: “Zum” grabado en Madrid; “Matajari Maldonado” creado en La Habana; y “Bogomila” elaborado en Ciudad de México. “He tenido la suerte de conocer y ver a tremendos musicazos, tanto cubanos, como mexicanos, y también de otros países. He grabado y he tocado con gente muy talentosa. También, escuchar toda esa música que Latinoamérica tiene que ofrecer, me ha influenciado, lógicamente. Así que todo lo que he compuesto en los últimos años y lo que sigo componiendo hasta la fecha tiene influencia de allí. Los dos últimos discos son fruto de toda esa influencia”.

A pesar de estar 30 años está fuera de Almería, ella siempre dice que Almería es un refugio. “Efectivamente, Almería la sigo sintiendo mi casa primera. Cuando me preguntan que de dónde soy, no suelo decir que soy de Madrid, sino de Almería, porque es de donde me siento. Volver aquí, es volver a la casa materna, a donde te sientes segura”.

En sus nuevos trabajos, “La Niña del Cabo” no se centra solo en su voz y su guitarra, sino que introduce otros ritmos y acompañamientos. ”En realidad nunca centré mis trabajos en mi voz y mi guitarra. Es decir, que mis discos están concebidos, desde el principio, con arreglos y otros instrumentos, aunque el peso esté en la voz y la guitarra. Nunca me he sentido una cantautora/trovadora común. La idea siempre fue llevar mi música al escenario con banda. Siempre he concebido la composición más abierta, no siempre solo con voz y guitarra. Muchas veces he compuesto los temas grabando una base en el ordenador y loopeándola, más al estilo de los raperos. Otra veces, sí lo he hecho solo con la guitarra y la voz. Otras, se me ocurría antes toda la base instrumental”.

Ahora, tenemos la oportunidad de ver a esta música en distintos locales de Almería, mostrándonos esa variedad de estilos que entremezcla y nos ofrece. “El camino que estoy abriendo ahora, cuando voy con la looper, es algo muy natural en mí, es una de mis formas de componer, prácticamente, desde que empecé. La cuestión es cómo unificar todas esas formas de una manera orgánica. Por eso siento que, para algunos soy cantautora, para otros rapera, en fin, una locura”. Admite que es difícil subirse al escenario y traer con ella a un grupo: “Ahora mismo me estoy moviendo sola porque la época en la que estamos no permite que te montes una banda fácilmente y que puedas trabajar con ella en el tiempo”.

A base de escuchar los aplausos que le brinda el público en sus conciertos “La Niña del Cabo” se esta planteando volver a establecerse en Almería. “Me planteo volver a quedarme en España, al menos una temporada de prueba, que es justo en el momento en el que estoy. He querido volver para ver cómo me siento aquí en esta etapa de mi vida. Ver si tengo algo que aportar desde otra perspectiva, que ya no es la que tenía cuando me fui”.

Pero tiene sentimientos enfrentados. Todavía México, que ha sido su residencia durante muchos años, sigue estando muy presente en su corazón. “Siento que México es mi casa también y, cuando estoy aquí, lo echo muchísimo de menos. Así que nunca se sabe si volveré a quedarme por temporadas. Desde luego, la idea es seguir yendo a tocar. Ese país está lleno de afectos para mí. Creo que todo las personas que nos fuimos en algún momento a vivir fuera una buena temporada compartimos esa sensación de que estás constantemente dividido entre los dos países, que dejaste de ser exclusivamente de uno para dividirte para siempre y echar de menos al otro”.

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