Detenido en Vera el hostelero que arrancó de un mordisco parte de un dedo a un guardia civil
La detención tuvo lugar este martes, cuando el personal del apartahotel alertó a los servicios de emergencia por el grave estado de agitación del individuo

Archivo - Un vehículo de la Guardia Civil.
Tres meses después del brutal suceso en el que un hombre de 37 años arrancó de un mordisco parte de la falange del dedo de un guardia civil ha vuelto a ser detenido, esta vez en un apartahotel de Vera, donde presuntamente causó destrozos y se enfrentó a una veintena de agentes.
Según fuentes de la Comandancia de Almería, la detención tuvo lugar este martes, cuando el personal del establecimiento alertó a los servicios de emergencia por el grave estado de agitación en el que se encontraba el huésped. A su llegada, los agentes comprobaron que la habitación presentaba daños importantes y que el hombre mantenía una actitud violenta, lo que obligó a desplegar un amplio dispositivo policial.
Tras ser reducido, el detenido fue trasladado al Hospital de La Inmaculada de Huércal-Overa para ser atendido por los servicios sanitarios debido a su estado de excitación.
El suceso de agosto: agresiones al personal sanitario y agentes
La madrugada del 26 de agosto, una llamada al 112 Andalucía alertaba de la presencia de un hombre extremadamente alterado y violento en un domicilio de Garrucha. Al lugar acudieron sanitarios y agentes de la Guardia Civil.
El hombre, identificado como J.L.R., español de 37 años, presentaba un estado de agitación tan intenso que los sanitarios decidieron sedarlo. Sin embargo, se negó de forma violenta, agrediendo al médico y a la conductora de la ambulancia.
Los guardias civiles intentaron inmovilizarlo, pero el varón logró zafarse, mordió en el brazo a uno de los agentes y, en un segundo ataque, arrancó de un mordisco la primera falange del dedo índice de la mano izquierda del otro guardia, escupiéndola al suelo mientras gritaba amenazas de muerte. Además, propinó un rodillazo en la cabeza al segundo agente antes de ser finalmente reducido.
El guardia civil mutilado fue intervenido quirúrgicamente en el Hospital de La Inmaculada, donde quedó ingresado. El agresor también fue trasladado al mismo centro hospitalario.
El agresor, intubado en la UCI tras un brote psicótico
Según confirmaron entonces los servicios sanitarios, el hombre sufría un brote psicótico probablemente provocado por un consumo continuado y excesivo de cocaína, extremo corroborado por su propio entorno. Sus padres reconocieron que llevaba tres días consumiendo drogas, insultándolos y amenazándolos, y llegaron incluso a valorar denunciarlo por violencia doméstica.
Sucesos
Intubado en la UCI el hostelero que arrancó de un mordisco parte de un dedo a un guardia civil
Álvaro Hernández
El hombre fue ingresado en la UCI, intubado y en coma inducido debido a la gravedad del cuadro.
La familia denunciaba una "paliza" durante la reducción
El caso generó una fuerte polémica cuando, al día siguiente, la familia del hostelero publicó fotografías del hombre en las redes sociales y acusó a la Guardia Civil de haberle propinado “una paliza”.
El hermano del detenido afirmó entonces que “lleva palos por todo el cuerpo” y que su estado era “como si lo hubiera atropellado un coche”. Sostuvo que el hostelero “no ha sido agresivo nunca con nadie” y que lo que necesitaba era tratamiento, no un trato “de criminal”.
En las imágenes difundidas se apreciaban moratones, cortes e inflamaciones, que la familia atribuía a un supuesto exceso de fuerza durante la intervención.
Pese a ello, la versión oficial reiteró que la violencia ejercida por los agentes se produjo mientras se defendían del ataque y trataban de permitir a los sanitarios sedarlo para salvar su vida y la de los presentes.
Tres meses después, un nuevo episodio violento
Ahora, tres meses después de aquel suceso, el hombre vuelve a ocupar titulares tras ser detenido de nuevo, esta vez por daños en un apartahotel de Vera y un enfrentamiento con los agentes que acudieron a reducirlo.
La Guardia Civil investiga ahora los hechos y ha abierto diligencias por destrozos, resistencia grave y alteración del orden, en un episodio que parece repetir el patrón de extrema agitación que ya se vivió en agosto.