Del mar de plástico al mar de basura: los vertederos ilegales asfixian Almería
Ecologistas en Acción señala más de 400 vertidos de residuos descontrolados por el territorio almeriense

Vertido ilegal detectado en Roquetas de Mar.
Almería afronta un problema de gestión de sus residuos desde hace muchos años. No tanto del tratamiento de sus vertederos controlados, en un contexto en el que la Junta está inmersa en un plan de sellado y restauración de algunos de ellos en busca de prevenir focos de contaminación y dar cumplimiento a los objetivos marcados por la normativa europea (entre los que destacan el de Tabernas o el de Albox), sino de los basureros ilegales, esos que llenan los montes, las carreteras, las playas y hasta los parques naturales de la provincia de residuos creados por el ser humano.
En este sentido, el campo es el principal señalado. Numerosas organizaciones han denunciado reiteradamente que el modelo agrícola predominante en Almería genera un importante volumen de residuos plásticos y contaminación química, que afecta tanto a la costa como al interior del territorio.
Vertidos ilegales
Por ello, la Federación de Ecologistas en Acción de Almería, junto a Ekologistak Martxan Euskal Herria, lanzó la campaña #StopVertidosIlegales #StopVertederos, una iniciativa que trabaja desde hace varios años en tomar acciones de manera coordinada, para localizar los vertederos ilegales, denunciarlos y difundir esa información en medios y redes sociales.
La plataforma aglutina los vertidos de basura ilegales en diversas partes de España. Cualquier persona que se registre puede notificar un punto añadiendo fotografías y la ubicación para su posterior certificación por parte de la organización, que procede a denunciarlo.
Basura en la provincia
“Amianto, basura común, bolsas de plástico, botellas de vidrio, cajas de plástico, enseres, escombros de obra, garrafas fitosanitarios, mallas plásticas, neumáticos, palés, plástico blanco, plástico negro, poliespán, purines, rafia, residuos cultivo marihuana, restos vegetales, sacos de hidropónico, sacos sustrato, semilleros de poliespán, tubos de riego, uralita o similar”, enumera uno de los puntos identificados en el Poniente almeriense, un listado que no deja de repetirse a lo largo de la provincia.
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En Almería hay en la actualidad 436 vertidos señalados, de los cuales 248 han sido denunciados y 16, limpiados. Por tipos, 398 son sólidos, 7 aguas residuales, 28 invernaderos abandonados y 2 de carácter peligroso, ambos en Roquetas de Mar. En su inmensa mayoría, estos puntos se concentran en el Poniente, el área metropolitana de la capital y el municipio de Níjar, territorios con una marcada vocación agrícola.
Y estos 436 puntos “no son los únicos, ni mucho menos. Son solo los que han identificado los voluntarios”, denuncian desde la organización.
"No son los únicos, ni mucho menos"
Los daños
La magnitud de los daños ambientales de estos vertidos, trasladan desde Ecologistas en Acción, abarca un amplio espectro: riesgos de infecciones por atraer a roedores e insectos, degradación del suelo, contaminación de acuíferos y aguas superficiales, proliferación de microplásticos y nano plásticos, emisión de gases contaminantes, con alto riesgo de combustión espontánea, o degradación de hábitats.
En esta línea, las últimas investigaciones realizadas confirman que las plantas “son capaces de absorber microplásticos a través de las raíces, y depositarlos dentro de las hojas y frutos”, añaden, y las consecuencias son “un menor crecimiento, con descenso en la productividad y la presencia de sustancias potencialmente peligrosas para la salud”.
Todo esto, resaltan, “afecta además a actividades económicas que sustentan la provincia como el turismo y la agricultura, dando muy mala imagen a los visitantes y generando desconfianza en los mercados nacionales e internacionales”.
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