El primer festival dedicado a la cultura prehistórica más rica del levante, El Argar Musical, arrancó el 26 de julio hasta el 31 de julio. Este evento único fue todo un éxito. Ana Häsler, la organizadora y directora del evento, en colaboración con el Ayuntamiento de Antas, como balance pronunció con rotundidad “ha sido un éxito estamos realmente en una nube”.

La cita de esta novedosa propuesta se produjo al aire libre en el puente viejo de la entrada del pueblo de Antas, en pleno enclave arqueológico natural y con el Argar como telón de fondo para un concierto que suponía el debut de la cantante Ana Häsler en la tierra de sus raíces y la primera vez que el municipio acogía un evento lírico de esta categoría.

“Es la primera vez en mi vida donde he estado como intérprete en un concierto que también he organizado, ha sido una gran responsabilidad” confesaba la cantante. El hecho de que el espectáculo fuese al aire libre supuso un reto para Häsler, “no es como habitualmente, los cantantes líricos normalmente no usamos micrófono pero claro al ser al aire libre necesitas de esta microfonía, fue un escenario muy poco habitual y tenía sus particularidades. Ha sido una responsabilidad muy grande y un trabajo muy intenso, pero lo vivimos bien” concluía.

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La primera edición de El Argar Musical también acogió el primer curso de técnica e interpretación para cantantes líricos impartido por Ana Häsler con la colaboración del pianista David Casanova. La artista quiso recalcar lo importante que es “fomentar la formación de los jóvenes talentos sobre todo de la lírica que es mi campo, estoy muy entusiasmada con el trabajo que hemos realizado, han sido sesiones muy intensas”.

Otra de las peculiaridades de este evento único en la historia de la provincia ha sido interpretar ataviada con ropajes de princesa argárica. “Ha sido muy emocionante poder llevar esta indumentaria, y cantar en el Argar, ha sido algo mágico, aún recibimos mensajes de gente de lo maravilloso de la atmósfera que se creó en este espectáculo único” ha confesado Ana Häsler, notablemente emocionada.