El colegio almeriense donde la tecnología une amistades y despierta vocaciones
Han convertido las piezas LEGO en herramientas para pensar, crear y competir

Los representantes del colegio Nuestra Señora de Gádor durante la final nacional.
Hace ya siete años, en los pasillos del colegio Nuestra Señora de Gádor (La Ermita) de Berja ocurrió algo inesperado: los LEGO dejaron de ser juguetes y se convirtieron en herramientas para pensar, crear y competir.
Desde entonces, han transformado piezas y pantallas en un auténtico laboratorio donde la 'First Lego League', una competición internacional que reta a estudiantes de distintas edades a diseñar, construir y programar robots con piezas LEGO para resolver misiones en un tablero, sirviendo como motor de curiosidad, lógica y trabajo en equipo.
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Lo que nació en 2019 con apenas diez alumnos es hoy un proyecto gigante que, en el curso 2025-26, reúne a 13 equipos y 179 estudiantes de Primaria y Secundaria en distintas categorías. En total, más de 500 alumnos han pasado ya por esta aventura tecnológica.
La esencia del proyecto, explica Manuel Jesús Martín, uno de los profesores responsables, no es sólo competir: “El reto y la temática cambian cada año para estimular la creatividad a través de las áreas STEAM. Este año el proyecto de innovación gira en torno a excavaciones y fósiles; hemos hecho robots que detectan y conservan hallazgos, y eso enlaza muy bien con ciencias.”
Esa mezcla de juego, investigación y competición es precisamente lo que seduce tanto al alumnado como al claustro. “No se trata solo de programar, también desarrollan proyectos de innovación, aprenden a exponer y trabajan valores como el compañerismo y la cooperación”, apunta Manuel Jesús.
La acogida entre los alumnos, cuentan, es inmediata: ver a compañeros montar y programar robots funciona como un imán. “El reto de programar para objetivos reales y de diseñar un robot capaz de completar las misiones en los pocos minutos disponibles resulta fundamental”, subraya Ana Carbelo, otra de las docentes que coordinan el proyecto.
Clasificación a la final nacional
El esfuerzo y la dedicación de los alumnos ha dado sus frutos, y es que el año pasado consiguieron clasificarse para la final nacional de la First Lego League en Ferrol. Tras años de preparación e innovación, su trabajo fue reconocido y premiado, poniendo a los estudiantes en contacto con equipos de toda España y dándoles la oportunidad de medir sus habilidades y creatividad al más alto nivel.

Competición en la First Lego League.
Estos alumnos, que fueron a competir a Ferrol después de ganar en Almería, hablan con entusiasmo de su experiencia, asegurando que va mucho más allá del aula. “Cuando fuimos a Ferrol nos sorprendió ver el nivel: equipos de toda España, ingenieros con soluciones sorprendentes..., aprendimos y nos ha ayudado muchísimo. Además, el ambiente de convivencia, siendo un día entero, desde la mañana hasta la noche, crea grupo y nuevas amistades”, cuenta Javi Fernández.
Para muchos de ellos, como relata ahora Tomás Franco, otro de los clasificados a la final en Galicia, lo que empezó como un experimento más desembocó en algo más grande: “Me apunté por los amigos y me quedé por la robótica; el año que nos clasificamos todo cambió: innovamos, añadimos complementos y vimos cómo mejorábamos, y fue una experiencia increíble”.
Competición interna
El aumento de equipos ha derivado en un problema, las plazas para inscribir equipos son limitadas, pero han creado una solución que ha conseguido aumentar el atractivo del programa y el nivel de los participantes: una competición interna.
“Dentro del propio cole hacemos una competición para ver qué equipos se van a clasificar a la final provincial, la 'Micro First Lego League Challenge'. Además se la toman muy en serio, son muy competitivos. Muchas veces incluso hay que frenarles porque al final lo importante es que aprendan y que se lo pasen bien”, indica Fran Báez, el tercero de los profesores encargados del proyecto.
Pese a que los logros son, por supuesto, motivo de orgullo, como el premio a Mejor Proyecto de Innovación y la clasificación al Campeonato Nacional el año pasado, quien coordina insiste en que el mayor triunfo es el desarrollo de competencias: “Venden su proyecto, exponen, investigan: son destrezas que valen para cualquier campo laboral futuro”, reconoce Manuel Jesús.
Mirando al futuro cercano, el objetivo que tienen es volver a superar el campeonato almeriense. En un plazo más largo, la idea es continuar creciendo en participación y en calidad, implicar a más cursos y seguir usando la robótica como puente entre materias y como semillero de vocaciones científicas y tecnológicas.
En definitiva, cada proyecto, cada programa y cada robot son solo el principio. En el colegio Nuestra Señora de Gádor, los alumnos descubren que aprender es también explorar, que equivocarse es crecer y que la curiosidad es el motor que los impulsa a crear, a colaborar y a transformar ideas en algo mucho más grande que ellos mismos.