El final del verano supone el inicio de un nuevo ritmo en las ciudades y para sus habitantes. Desde hace dos semanas, miles de almerienses están cambiando el 'chip' de las vacaciones para volver a la rutina tras disfrutar de los placeres de los meses estivales. Son fechas de reincorporación laboral, pero sobre todo toma protagonismo la vuelta al cole, algo que trae consigo un reto de movilidad masivo que afecta a cientos de familias en Almería, ciudad que además se ecuentra ahora 'patas arriba' por obras de gran envergadura.

Cambios en los flujos de tráfico

Los centros de Infantil, Primaria y Educación Especial de la provincia daban la bienvenida este pasado miércoles a un total de 73.273 alumnos y alumnas para un recién comenzado curso 2025-2026. Un regreso a las aulas que en la capital se hace visible al elevarse de forma exponencial la cifra de vehículos en circulación, lo que provoca, mayormente en horas punta de la mañana, la congestión de numerosas vías al reconfigurarse los flujos de tráfico en el área urbana. 

Según un informe de movilidad elaborado por Google, los desplazamientos en coche privado pueden llegar a incrementarse en más de un 12% en urbes como Almería tanto a las 9:00 como a las 14:00, horas de entrada y de salida, respectivamente, de la mayor parte de los centros educativos. Así, se estima que un tercio de los movimientos al colegio se realizan en vehículos particulares y los atascos o la búsqueda desesperada de una plaza de aparcamiento cerca del centro educativo se convierten en una realidad diaria para los padres. 

Malas prácticas de algunos padres

Cuando llega la hora de dejar o recoger a los niños del colegio, numerosos conductores se saltan varias normas de tráfico para quedarse aparcados lo más cerca posible de la entrada. Casi parece una competición, con padres y madres que suelen ir con la hora justa, normalmente por sus responsabilidades laborales, y recurren a este tipo de comportamientos que suponen un perjuicio para la circulación de vehículos, bicicletas y peatones en la zona.

También un claro peligro para la seguridad de pequeños y mayores que deben pasar para entrar o salir del colegio entre coches mal estacionados, con el motor encendido, que pueden maniobrar en cualquier momento. Pocos valoran el uso de transporte público o caminar un cuarto de hora en una ciudad que invita a ello y a la que evitarían un colapso constante de sus calles en hora punta cada mañana en este inicio del curso escolar.

Puntos críticos: de Padre Méndez a José Morales Abad

La Salle, Stella Maris, Mar Mediterráneo o Padre Méndez son solamente unos pocos de una larga lista. En el entorno de algunos centros este panorama diario es mucho más acuciante que en otros, sobre todo en los que están ubicados en vías estrechas, sin grandes zonas de aparcamiento en sus alrededores o los que están en tramos en las que hay varios colegios juntos, donde a primera y última hora de la mañana se repiten escenas que llevan años generando polémica, siendo un mal ejemplo para los escolares.

Ya en el año 2012 el Gabinete de Educación Vial de la Policía Local de Almería tuvo que enviar a los centros educativos de la capital una carta firmada por María Muñiz, concejal por aquellos tiempos, en la que se solicitaba la colaboración de los padres para que desapareciesen estos comportamientos que entorpecen un tránsito fluido y seguro de vehículos y peatones. De hecho, algunos padres y madres han llegado a ser sancionados en la última década por agentes municipales, que aumentaron su presencia en puntos críticos como la calle José Morales Abad, donde se ubican el CEIP Mediterráneo, el Rafael Alberti, Down Almería, su centro de educación infantil y muy cerca la Cámara de Comercio y Asepeyo.

A todo ello hay que sumarle las actuaciones que se están llevando a cabo en puntos como la Avenida del Mediterráneo, con un desmontaje del puente que desde junio afecta al tráfico en importantes vías como la Carretera Sierra Alhamilla y otras calles aledañas. También las obras de peatonalización del Paseo de Almería repercuten en el tránsito rodado de una ciudad que esta semana ha vuelto al cole y, por lo tanto, a la congestión de tráfico en horarios específicos.  

Las tres alternativas para evitar el caos

Que cada centro educativo de la capital almeriense tenga justo al lado un amplio solar en el que puedan aparcar cien coches, es algo imposible, pero sin duda sería la mejor solución para una problemática que ya es una tradición de la ciudad cada septiembre. Una alternativa es la de conocer y anticiparse a los horarios de pico, planificando la salida en casa unos minutos antes y usando aplicaciones de navegación en tiempo real como aliadas para conocer los datos de tráfico y ahorrar tiempo y sobre todo reducir el estrés de los atascos.

Otra opción que acabaría con esta problemática y que además pone en valor la sostenibilidad, es el uso de transporte público de las familias que vivan relativamente lejos del centro educativo en cuestión, ya que los colegios siempre suelen tener una parada muy cerca. Para las que residan cerca, si las condiciones climatológicas no son adversas, acudir al centro educativo caminando desde casa. En este caso la organización horaria por parte de padres y madres es clave, ya que muchos deben acudir al trabajo nada más dejar a sus pequeños a primera hora de la mañana.

Por último está la opción del aparcamiento seguro y con antelación: un parking. Lo más práctico y fiable es reservarlo anticipadamente. Aunque esta alternativa supone un coste económico diario, haría a los padres y madres ganar tiempo, asegurar un espacio seguro para los niños a bordo y evitar estacionamientos arriesgados o saltarse normas de circulación básicas que puedan implicar sanciones por parte de la Policía Local.