Desaparece una mítica playa de Almería capital
Era una de las más peculiares de la ciudad por su ubicación y su reducido tamaño

La parte de arena desapareció completamente a principios de este verano.
Como suele decirse siempre en Almería a finales de agosto, con el cierre de la Feria de la capital ya se da también por finalizado el verano. Pese a ello, las temperaturas normalmente siguen siendo idóneas en septiembre para continuar tumbados sobre la arena de los casi 250 kilómetros de playas y calas que hay repartidas por un litoral almeriense que ha vivido esta temporada estival, para sopresa de muchas personas, con una playa menos.
Sin nombre y en la que el baño estaba prohibido
Ha sido concretamente la capital el municipio de la provincia que la ha perdido. Ha desaparecido por completo. Y además, se trataba de una de las más peculiares de toda la ciudad, tanto por su ubicación, al estar custodiada por rocas de escollera, como por su reducido tamaño. También por su uso, puesto que se trata de un rincón en el que está prohibido el baño, como bien se detalla en un cartel que hay justo en su acceso principal, que son tres viejos escalones que dan paso a una arcaica cuesta de hormigón armado.

Cartel con diferentes restricciones en la playa.
Calilla del espigón, calilla de San Miguel, playa de la rampa... Siempre se la ha conocido por infinidad de nombres, pero ninguno de ellos ha sido nunca el oficial para este reducto de paz ideal para todos aquellos que buscaban disfrutar de un refrescante baño, en pleno Paseo Marítimo, sin tener que soportar el típico bullicio durante la época estival de una extensa playa de El Zapillo que comienza pocos metros más hacia el este de este desaparecido 'mini-oasis' de arena cercado por una maraña de rocas.

Imagen de archivo de la 'calilla' del espigón de San Miguel.
La favorita de los mayores por sus aguas tranquilas
Frecuentada sobre todo a primera hora de la mañana por personas mayores, y a veces por familias con niños, al ser sus aguas más tranquilas para el baño, por la protección lateral del espigón, también ha estado siempre muy ligada a los aficionados a la pesca recreativa, tanto a los que lanzaban sus cañas desde la orilla o las rocas por las noches como a los que realizan inmersiones para practicarla en la modalidad de submarinismo. Ambas actividades que, al igual que el baño, están prohibidas en esta zona que pertenece a los dominios de la Autoridad Porturaria de Almería. Pero siempre se ha hecho la 'vista gorda'.
También es territorio de gatos, siempre atentos a que saliera algún roedor de entre las rocas o a que saltara del cubo de un pescador alguna captura para darse un festín en esta 'calilla' que, muchas veces, estaba cubierta por las algas que arrastraban los mismos oleajes que, precisamente, han dado el golpe de gracia a esta pequeña playa. Esa es, al menos, la teoría que toma más fuerza desde que el mar ganara la partida por completo a la poca arena que quedaba hace aproximadamente unos tres meses.

Así era la pequeña playa del espigón de San Miguel.
El motivo por el que ha desaparecido
Muchas han sido las versiones que han circulado por las calles de la barriada de San Miguel a lo largo de este verano sobre la completa desaparición de la mítica playa de su espigón. Desde que el propio Puerto de Almería había colocado más rocas para ocultar la arena hasta la subida de la marea por la fuerza gravitatoria de la Luna. La primera se descarta por completo, puesto que fuentes de la Autoridad Portuaria de Almería confirmaban a LA VOZ que no se ha hecho ninguna actuación en la zona.
Esta playa ha sido engullida por el mar de forma 'natural'. Desde el Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM) explican que "al no haber ramblas cerca que vayan depositando sedimento, cuando el mar va retirando la arena que hay luego, con el tiempo, la ola es complicado que vuelva a hacer ese aporte de arena nuevamente en el mismo lugar, puesto que hay un espigón al lado y otros muelles cerca que frenan las corrientes laterales que son las encargadas de ir aportando esos sedimentos".
Dicha situación, unida a los temporales fuertes de levante y a la cada vez más notable subida del nivel del mar, han ido deteriorando en los últimos años esta playa al igual que pasa en otros lugares de la provincia como Balerma o Balanegra. Los ecologistas consideran que es "un error humano", ya que "poner barreras al mar" provocan la desaparición de las playas y la única solución es repoblarlas de forma artificial con actuaciones que suponen una gran inversión económica por parte de las administraciones.

Vista de la desaparecida playa desde el espigón de San Miguel.