Conjeturas
“Rajoy dijo, cuando todavía no se había enemistado, que sería muy difícil demostrar que don Luis no era inocente”
Ayer, en medio del clima preelectoral que ya padecemos, saltó la noticia de la desaparición del sumario sobre el borrado de los discos duros de Luis Bárcenas. Pueden haberse traspapelado en medio del caos de papeles, tan denunciado hoy en algunos juzgados de Instrucción, pero también pueden haber sido objeto de robo. En este segundo caso caben algunas conjeturas. Hay robos y robos. Al ladrón que solo busca el dinero o los objetos de valor de los seres humanos bien poco debe importarle el software de los ordenadores portátiles, aunque pertenezca a un tipo tan novelesco como Luis Bárcenas. La pregunta clave, pues, no se hace esperar; ¿A quién favorece una sustracción de esta índole? Abunda bastante esa piadosa excusa del que ha sido llamado por el juez con motivo de algún asunto un pelín sucio; “tengo la conciencia muy tranquila, solo deseo colaborar con la justicia”. Pero esto no es normal, digan lo que digan los afectados en casos en abiertamente se acusa de corrupción o de financiación ilegal de un partido. La tentación de hacer desaparecer pruebas o de dilatar la vista oral hasta que nadie se acuerde del asunto, es demasiado fuerte. Según afirma el extesorero, en esos borradores había información sensible sobre pagos en B y contabilidad opaca del PP. Rajoy dijo una vez, cuando todavía no se había enemistado con Bárcenas, que sería muy difícil demostrar que don Luis no era inocente. En esto tal vez tenga razón el presidente habida cuenta de lo que hicieron con los ordenadores. El sumario era fruto de muchos meses de investigación y menos mal que su pérdida la detectó la acusación particular de UPyD al no obtener respuesta a sus recursos. Por fin hemos sabido la verdad: la Audiencia no dispone por el momento de las acusaciones sobre el borrado. Menudo panorama de mentiras sofisticadas se abre de cara a la campaña electoral cuando todos los partidos están dispuestos a cantarle romanzas a la trasparencia como la mejor de sus virtudes. Reconstruir el sumario llevará tiempo, tanto como para que no se hable del mismo hasta después de las elecciones. Para esas fechas puede estar ya el juez Ruz alejado del caso. Es posible que entonces sepamos ya dónde fueron a parar los tomos siniestros de la oficina no menos siniestra.