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Opinión

Plaga de mosquitos ¿A quién le echamos la culpa de la picadura, a Susana o a Luis Ro?com ne payday lo

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Lo lamentable es que no podamos mandar los mosquitos a Sevilla, al palacio de la señora presidenta, o a la casa del señor alcalde. Según Luis Ro los mosquitos son de doña Susana: ella es la responsable. La presidenta no lo ve así, los mosquitos son cosa del alcalde. Y en esas están. Y mientras los mosquitos hacen de las suyas y nos chupan la sangre (igualico, igualico que los señores políticos) ellos se tiran los trastos a la cabeza y ninguno de los dos se quiere hacer responsable de las picaduras.


En medio de esta discusión aparece el alcalde de Huércal, también del PP, y le urge a la señora presidenta de la Junta a que acabe con los mosquitos. Si seguimos el análisis argumental de los alcaldes peperos, podemos llegar a la conclusión de que los mosquitos de Almería son socialistas, del PSOE vamos. Claro que si nos acercamos a los de la presidenta, los mosquitos deben ser de derechas y del PP. Y a los ciudadanos que nos importa de dónde coño sean los dichosos mosquitos. Los políticos nos pican de día y lo que queremos es que de noche, cuando estos duermen y nos dejan en paz, no vengan los mosquitos a fastidiarnos la noche. Entre unos y otros no nos dan descanso. Qué hartura.


Lo grave, y no es broma, son las aguas residuales que jalonan la desembocadura del Andarax. Lo grave es, que tras más de treinta años de gobierno de la Junta aún no se ha solucionado el problema de los vertidos, o de la depuración de las aguas. Y creo (lo mismo me dice doña Susana que no) que entre otras responsabilidades del gobierno sevillano está el ciclo del agua. ¿Tampoco? Ya me dirán a que se dedican. Con los dineros que nos cuestan  y aquí nadie se hace responsable de los mosquitos, los vertidos o la depuración. Tan complicado es poner sobre el papel la responsabilidad de cada uno y no seguir tomando el pelo al personal. No están por la labor, es preferible esa maraña de leyes en la que se mueven y por la que pueden decir en cada momento lo que más les interese. Las aguas fecales son mías, pero los mosquitos, que son la consecuencia de ellas, no. Son unos genios estos políticos a la hora de sacudirse los problemas de encima. ¡Y que los mosquitos no les piquen esa cara de cemento “armao” que adornan sus figuras! Pues a ellos no les pican.


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