La Voz de Almeria

Opinión

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Susana Díaz no para de hablar. Esta semana se ha explayado. La hemos visto dirigirse con ánimo enfervorizado a los congresistas de su partido que  aplaudían a rabiar. Se necesita una líder y esa puede ser la Presidenta. Y ahí está, una mujer conocedora de su partido; tanto, que toda su carrera ha girado en las más intimas entrañas del aparato, desde las juventudes hasta el poder institucional.
Vivió de joven admirando al máximo líder, en aquellos tiempos felices donde todos eran socialistas, menos el sevillano de La Moncloa. También vivió las miserias de la corrupción, viendo como los golfos que pasaban por el pasillo de su sede se ponían las botas con dinero público. Y ella, lo dice ahora, sufría amargamente.

Ilusión Manifestó que llega con ilusión, con pasión, con fuerza, a crear “un nuevo tiempo” en su partido, a corregir lo que otros han hecho mal. Sin embargo añade: “vengo a recoger el testigo de Pepote, de Manolo, de Rafael, de Pepe, todos grandes Presidentes que han conseguido llevar a Andalucía donde está hoy”. Un discurso que contenta a todos los sectores, pronunciado insistentemente en primera persona, sin ninguna propuesta política,  destinado a transmitir a los militantes que desde hoy, ella es la que manda. Ya de vuelta, mis amigos socialistas hablan y no paran, ufanos de su nueva lider. Me han llegado a decir que con ella se logrará la unidad de la izquierda. ¿Será por complacerme o será que, eso del “nuevo tiempo” , consiste en desandar la ruptura que se produjo hace un siglo en la III Internacional?  Mientras llega esa posibilidad, me mantengo atento a sus respuestas sobre los temas mas cotidianos, esas cosas que le importan a la gente. Cuando le preguntan a Susana si tiene o no intención de establecer una Renta Básica, Susana no contesta. Si se le propone incentivar al pequeño comercio elevando impuestos a las grandes superficies comerciales, Susana mira para otro lado. Al preguntarle si ella está de acuerdo en retirar el libro “Cásate y se sumisa” contesta que no quiere impedir la libertad de expresión del Arzobispo, como si la empresa del canónigo, no fuera uno de los mayores imperios mediáticos en España. Y es que Susana lo tiene todo, “ilusión, pasión, fuerza, y ganas de convencer” sobretodo a los votantes de la derecha. Si no vean la última:  “He ordenado a mis diputados que tiendan la mano para llegar a acuerdos con el PP por el bien de Andalucía “.
Como una magnífica actora, Susana sobreactúa, dentro de un teatro en el que poca gente cree.


tracking