Es uno de los sitios en los que los estudiantes y los propios profesores pasan más tiempo. Allí van a echar un café, a tomarse la tostada, al aperitivo entre clases, comer de menú porque no da tiempo a volver a casa, o simplemente pasar el rato mientras se despejan de horas de trabajos, explicaciones o prácticas. Y es que, la cafetería de un centro universitario, sea el que sea y esté donde esté, es uno de los epicentros de la vida de un campus. Si encima se encuentra bastante lejos del núcleo urbano, como es el caso de la Universidad de Almería, la cafetería pasa a ser a un espacio absolutamente necesario.

Es por esto que, aunque haya varios espacios de restauración en la UAL, el cierre de uno de ellos se nota. Esto es lo que ocurre con la cafetería del edificio central que cerraba sus puertas en julio, al terminar el curso, por la jubilación del concesionario y que aún espera nuevo dueño. De hecho, está abierto hasta el próximo 22 de diciembre el plazo de presentación de ofertas para quedarse con la explotación de este recinto hostelero.

Aprovechando este cambio de concesionario, la Universidad de Almería busca, y así se recoge dentro del contenido del pliego de condiciones, que esta cafetería se reinvente bajo criterios de sostenibilidad, tecnología y alimentación saludable.

El contrato, en régimen de concesión, tendrá una duración inicial de un año, prorrogable hasta diez, y se adjudicará mediante procedimiento ordinario. El canon anual que pueden ofrecer los interesados debe oscilar entre los 15.000 euros de mínimo y 30.000 euros de máximo, y la garantía definitiva se fija en el 5% del valor estimado del contrato que asciende a 5.062.226 euros (sin IVA), lo que se corresponde con 253.111 euros.

¿Qué busca la Universidad de Almería?

Más que un servicio de restauración, la Universidad quiere convertir la cafetería en un referente de hábitos saludables y compromiso social. El pliego técnico exige menús equilibrados siguiendo la dieta mediterránea y el modelo Harvard, opciones veganas y sin gluten, y productos locales y ecológicos. Además, se prohíben bebidas energéticas y alcohol de alta graduación.

La innovación también entra en juego: la adjudicataria deberá implantar un sistema digital para la gestión de pedidos, integrado con la app oficial de la UAL, con pantallas en cocina y visor público para informar del estado de los pedidos en tiempo real. Todo ello cumpliendo estándares de accesibilidad.

La sostenibilidad también quiere ser protagonista. Así, se recoge en el pliego de condiciones que la vajilla sea reutilizable, que los envases sean biodegradables para ‘take away’, la reducción de plásticos y pide que se realice recogida selectiva de residuos. El pliego también contempla medidas para eficiencia energética y control de vertidos.

Cabe recordar que esta cafetería deberá estar abierta de lunes a viernes entre las 7.30 y las 20.30 horas, y los sábados entre las 9.00 y las 13.00, con posibilidad de ajustes en verano y servicios extraordinarios para eventos.