Siempre  que se ha denunciado que un político contrata a un familiar éste responde que también ellos tienen derecho a un puesto de trabajo. Y tiene razón el hombre.

El ser hijo, hermano o sobrino de un político no le debe quitar ningún derecho y menos el de conseguir el tan ansiado y necesitado hueco de donde sacar un sueldo. La historia se vuelve noticia ante la denuncia del Psoe de Mojácar de que en la contratación de ocho monitores para el verano por parte del ayuntamiento, dos son hijos de concejales. Hay algunos otros hijos de funcionarios del consistorio, pero las tintas se cargan contra los primeros.

¿Tienen derecho los hijos de los concejales a esos puestos de trabajo? Evidentemente sí. Cualquier joven de Mojácar en paro tiene que tener la misma posibilidad para acceder a un trabajo que saque el ayuntamiento. Y la cuestión está en si esa posibilidad se les ha brindado a todos.

Según el señor Zamora, portavoz del Psoe, no ha ocurrido así. Lo primero que ha faltado es información al ciudadano. Tampoco está muy contento con  la elección. Total, denuncia al canto. Pues denunciado queda lo que parece un abuso de confianza y cierto tráfico de influencias por parte del equipo de gobierno del Pp mojaquero.

Y como ahora de lo que se trata es de pedir dimisiones, el Psoe pide que dimita la alcaldesa por permitir estas prácticas que sólo vienen a demostrar que a ellos, los peperos, sólo les preocupan sus familias, amigos y compañeros de partido. Si solo fuera a los del Pp a los que sólo les preocuparan sus familiares, Almería, Andalucía y España estarían en la primera fila de la honradez política mundial. Y no parece que lo estemos, sufridos ciudadanos y lectores. Mucho tendría que cambiar la casta política que nos gobierna para que ocurra algo así. Y no les vemos con demasiadas ganas de que eso se produzca.

Hoy Mojácar, mañana otro municipio. Pero siempre es lo mismo: El político se cree que el cortijo es suyo y que puede contratar a manijeros y peones a su antojo.

Lo más preocupante es cuando se demuestra que la denuncia no es del todo verdad, que el señor Zamora ha jugado con medias verdades. Y luego quieren que nos creamos a los políticos. Salvada queda Ros Mari.