El tráfico de droga en la provincia de Almería ha vuelto a dejar una escena impactante en pleno Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.

Fue en la madrugada del pasado domingo, 21 de diciembre, cuando se produjo un tiroteo en El Playazo de Rodalquilar, en la localidad nijareña, en el que los narcotraficantes habrían usado armas automáticas de guerra, de acuerdo a los impactos de bala que se registraron en un vehículo hallado por los agentes de la Guardia Civil en la zona.

Tal y como han informado fuentes policiales a LA VOZ, lo ocurrido se investiga como un vuelco de droga entre narcotraficantes, es decir, un robo o intento de robo de una banda criminal a otra.

Ak-47

Un conflicto entre grupos criminales rivales en el que habrían usado armas de guerra automáticas, "posiblemente AK-47", detallan las mismas fuentes. Un hecho que se pudo corroborar tras localizar en las inmediaciones de la playa un vehículo con tres impactos de bala del calibre 7,62 mm.

Ante este nuevo enfrentamiento entre bandas dedicadas al narcotráfico, desde JUCIL han vuelto a denunciar el "aumento de la violencia" por parte de estos grupos criminales. Así lo ha denunciado Rafael Maldonado, secretario provincial del sindicato de guardias civiles, quien lamenta que los agentes "están vendidos" ante el uso de armas de fuego de este tipo. "El chaleco antibalas no puede parar ese calibre, de igual modo los agentes no podrían tener potencia de fuego para repeler ese ataque ya que no cuentan con fusiles automáticos similares a los que usan los narcotraficantes", señala.

De este modo, reclama, las patrullas que se dedican especialmente a la vigilancia de costas "deberían tener esas armas largas" y apunta Maldonado: "Hay que dotar a los agentes de chalecos acorde a las armas de fuego utilizadas por los narcotraficantes, así como prismáticos, visores nocturnos, material individual de comunicación...".