El Nostrum del Mar
El Nostrum del Mar
Recuerdo que, en esos primeros años de colaboración con este periódico, frecuentemente me encontraba con vacíos en la mente provocados por la falta de inspiración es decir, por no encontrar tema con interés suficiente para los lectores.
Eso se resolvía pensando un poco, intensificando la observación de un entorno, o dejando el trabajo para otra ocasión. Después, normalmente, no se me repiten estas situaciones de “ mente vacía “ y las colaboraciones van surgiendo de forma normal aunque se producen temas aburridos.
Y es que contraer la obligación de escribir un tema semanal aunque no esté sometido a restricciones , no deja de ser una carga más o menos soportable. Pues bien, hoy, al levantar la persiana de mi dormitorio -situado sin obstáculos que se interpongan- frente al mar, mi primera observación es que sobre el horizonte hay un frente de nubes que se asemeja a la silueta de un nuevo continente, como si tuviéramos enfrente todo el norte de Africa avanzado y el Mediterráneo hubiera reducido su volumen en perjuicio de los que nos sentimos titulares de su condominio.Y es que con la fantasía se tiene esa posibilidad de cambiar tan fácilmente la titularidad de toda clase de negocios jurídicos por muy fantásticos que resulten.
Mi primer contacto con el día de hoy, suponía –en teoría- la desaparición de parte de nuestro Mediterráneo más inmediato, incluida la desaparión de la Isla de Alborán…
En fin, no dejan de suponer fantasias y ahí continúa el trozo de mare que sigue siendo “ nostrum” a pesar de las fantasias de nuestra mente.
Ahora que leo lo que llevo escrito pienso que no deja de ser un atrevimiento atribuirnos la titularidad de un trozo de mar, por muy “ nostrum “ que sea. Realmente cuántas barbaridades se comenten con la imaginación, por muy osada que se nos muestre.
En fin, rogamos a nuestros pacientes lectores, perdonen nuestra fustrada fantasía y aguanten, pacientemente las nuevas oportunidades que se presenten a nuestra osada fantasía.