Gracias por todo, Isabel González Flores, belleza y gracia.  Debido a mi larga existencia las alegrías no son exultantes, la mayo, verme rodeado de mi esposa e hijos sin olvidarme en absoluto de mis dos nietos a los cuales solo veo una vez  a la semana debido, eso es cierto,  a que mi hijo  Salvador y esposa están entregados por entero; los llevan y traen de las distintas ocupaciones extraescolares para que mis pequeños adquieran una educación adecuada.

Si me dispensan la pedantería, tan extendida hoy, mi hijo acude a nuestra llamada tan pronto lo requerimos.

En Málaga reside mi hija Magdalena y desde  esa distancia lleva el timón de esta vetusta nave.

Esta mañana de mayo con sol radiante he recibido una  grata noticia:  Griñán  ha vencido en buena lid.

Es paradójico pero muchas de mis amistades pertenecen al PP; las respeto y quiero. Pilar Pérez , fuente de sabiduría; Carmen Alcalde Carbajo con las mismas características; Mercedes Soler, belleza manifiesta y valor; Mari Luz Segovia, tiene genio y es ingeniosa; Carlos Hernández,  repito, no tiene parangón posible. Amigo del alma.

He sabido por bocas callejeras  que Paquita Ristori vuelve a un foco cultural enriqueciéndolo. Este artículo va en pos de mi querida Soledad González, de inteligencia preclara, a quien quiero mucho y recuerdo diariamente.

Tengo pendiente opinar sobre el desenvolvimiento de los cambios y cambalaches de los politiqueros de  agora. Solo un leve comentario sobre Javier Arenas que se ha quemado las alas como una tonta mariposa.

Purificación Arqueros, médica, solo ella frena algunas veces mis altibajos. En este hogar se te quiere mucho.

Mis viejos amigos lo serán mientras me quede un hálito de vida -no será mucho pero no tengo miedo porque tengo los esfínteres muy fuertes.

Entre los jóvenes destaco  a  tres parejas católicas y apostólicas que, debido a los recortes viven juntos. Vosotros los obispos les llamáis amancebados, yo os recuerdo que Jesús dijo: AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS.

A Pedro Yanguas lo recuerdo en la distancia con mucho cariño;  del mismo modo  a Ester y Rut, ella con ojos de miosotis; a Antoñita Pérez con  cariño especial; Conchi Ayala y Antonio Palenzuela, pareja indisoluble a los que quiero por sus hermosas cualidades. Clara López Rodríguez cumple con su deber y sonríe a la vida.

Pilar Pérez: “Anda ese amor vagabundo cual pájaro solitario, mira como vuela y vuela, mira como va volando”