Querida Teresa: Puede parecer increíble querer a alguien de quien siempre te ha separado una gran distancia, pero cualquiera que te conozca, sabe que contigo, eso es lo más natural. Tu haces que tu fuerza, tu calor y tu luz lo traspasen todo, como si extendieras un enorme lazo flexible y suave donde nos atrapas sin apretar, para que sepamos que siempre estás ahí, aunque nos alejemos mucho, y siempre podremos cogernos del lazo para retomar el camino si nos perdemos. Siempre he hablado contigo por teléfono, y entonces la distancia desaparecía, tu voz y tu risa destilaban cariño y ternura,siempre había una palabra amable para todos, y yo sentía una energía especial. Gracias a Dios, tu poderosa fuente de amor, permanecerá y se extenderá  através de tus hijos y nietos, y por supuesto de Juan, el otro pilar que ha estado siempre a tu lado, y ejemplo de amor incondicional. Qué surte hemos tenido de tenerte.