Querida sobrina, cómo nos faltas y cómo te añoramos. Cada noche y cada día te recordamos, y por tí lloramos. Tal día como hoy de hace tres años, fuiste a dar una vida y por causas del destino la tuya te la quitaron. Qué suprema injusticia tratar de igual manera a una joven rebosante de lozanía y futuro. Un día inesperado sigilosa llegaste, sin llamar a la puerta... y nos la arrebataste. Cuántas cosas compartidas, cuanto amor nos supiste dar y qué dolor tan grande por tu ausencia. Cómo nos duele no poder volver atrás. Tú siempre serás nuestro ángel guardián, pero ahora será un sueño inalcanzable. Sólo me queda despedirme de ti, mi querida Mari Trini, diciéndote cuánto te añoramos y te queremos. Poema de una madre Cada día que pasa recuerdo más tu voz y también tu mirada triste llena de amor. Te llevo en mi mente y por siempre estarás en mi corazón, y aunque se que con Dios estás, yo esperaré el momento de tu mejilla besar. Recuerdo siempre tu mirar, que fue un regalo a mi existir, mis sacrificios hiciste pagar, sólo al verte sonreír. Sé que mis oraciones a Dios, y mi amor de madre, permitirán que en el Cielo te pueda encontrar, para seguir dándote mi amor para toda la eternidad, y volver a escuchar de tus labios la palabra ‘Mamá’.