Ana Soria cambia de look y sorprende a Enrique Ponce en sus peores momentos

La pareja ha atravesado unas semanas duras por la enfermedad de su ‘bebé’

Ana Soria y Enrique Ponce en una romántica foto.
Ana Soria y Enrique Ponce en una romántica foto. La Voz
La Voz
12:03 • 26 dic. 2020

Ana Soria y Enrique Ponce viven un momento de auténtica unión en su relación desde que su 'bebé', el cachorro de nombre Ney, atravesó momentos duros con apenas tres meses de edad, pues le diagnosticaron parvovirosis, una enfermedad muy contagiosa y común entre los cachorros de can y que hizo vivir momentos delicados a la pareja. 



"Para nosotros fue la primera luz en un túnel muy oscuro", confesaron Enrique y Ana, que consideraron, como recoge Hola, cada avance como "un milagro" y cada día como "una batalla ganada a la muerte". "A día de hoy afortunadamente se encuentra muy bien. Su vida empieza ahora. Agradecidos a Dios y al privilegio de ser nosotros quienes tenían que cuidarle y estar con él peleando por su vida. Queríamos compartir su historia con todos vosotros". 



La triste vivencia del pequeño animal ha servido para unir más aún a la pareja y así lo han hecho evidente en los últimos días en las redes sociales, donde Ana Soria ha compartido su reciente cambio de peinado y ni Enrique Ponce ni los 126.000 seguidores de la joven estudiante de Derecho han dejado pasar la oportunidad de alabar su nueva imagen.



Entre los cientos de piropos, el diestro le ha escrito: "¡Te quiero, mi vida!", a lo que la joven no ha dudado en responder con el mismo cariño: "Yo más!!!!!", escribió en Instagram la almeriense, que ha convertido a Ney en el verdadero protagonista de su cuenta en la red social.



Aunque, eso sí, aún no les gana en protagonismo a sus 'padres' humanos, pues en este 2020 que está a punto de acabar, sin lugar a dudas, se han convertido en la pareja del año desde que saliera a la luz su romance, que ha vivido momentos muy buenos y no tan buenos, como el mediático escándalo de Enrique Ponce en un restaurante de la provincia de Almería.



Este fue el segundo conflicto de la pareja después de que unas semanas antes un intrépido socorrista de las playas de Cabo de Gata fuera testigo de la primera y amarga pelea "con gritos" de la pareja en el que había sido su verano de amor. 





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