7 pueblos almerienses para disfrutar de este otoño

Con la llegada del otoño muchas personas deciden acudir a la montaña para sentir la llegada del frío, la caída de las hojas o, simplemente, para apreciar la gastronomía de muchos de los pueblos del interior almeriense. Pueblos que, con estrechas calles, bonitos paisajes y cálidos habitantes, reciben cada otoño a los amantes de la naturaleza y el descanso. 

Desde pueblos llenos de monumentos y tradición hasta aquellos más sencillos y silenciosos para los fanáticos de la tranquilidad, te presentamos un recorrido por siete localidades almerienses en las que podrás disfrutar con los más pequeños de la familia, para escaparse en pareja o para reencontrarse con amigos.

1. Laujar de Andarax

Visitar la Alpujarra almeriense en estas fechas es una parada obligatoria para disfrutar de la tranquilidad y la belleza de sus paisajes. Laujar de Andarax es un perfecto ejemplo para hacer actividades en familia y disfrutar de escenas otoñales a través de diferentes rutas de senderismo.

No obstante, Laujar de Andarax no solo es famoso por sus paisajes y vegetación, sino que durante estas fechas se puede disfrutar de la Fiesta del Otoño y el II Festival de Ecoturismo de Sierra Nevada, que tendrán lugar los días 28, 29, 31 de octubre y 5 de noviembre.

De esta forma, durante estas fechas la capital de la Alpujarra será una parada obligatoria para todas las personas que quieran disfrutar de la bienvenida al otoño en un entorno privilegiado.

2. Canjáyar

Con orígenes fechados en la Edad del Cobre, Canjáyar es un excelente destino para aquellos interesados en la historia y cultura. Además de restos prehistóricos como la Cueva de Nieles, la arquitectura dentro del municipio también asombra a sus visitantes.

Ejemplo de ello es la famosa Iglesia de la Santa Cruz, un templo que data del siglo XVI y que conserva un vestigio del pasado. El valor de Canjáyar también proviene de su ubicación, alrededor de olivos y parrales con una excelente panorámica del Desierto de Tabernas.

3. Vélez Blanco

Para aquellos amantes de la tranquilidad y el descanso, Vélez Blanco es el mejor lugar. Un pequeño municipio de apenas 2.000 habitantes ideal para pasar unos días de relax y descanso, con visitas a sus antiguos y espectaculares monumentos.

Entre los monumentos de obligatoria visita se encuentra el castillo del siglo XVI que vigila el municipio desde lo más alto. Construido sobre ruinas musulmanas, concentra un valor histórico incalculable.

Por supuesto, otro de los lugares para visitar durante estas fechas es la Cueva de los Letreros, famosa en toda la provincia por la aparición de la pintura del indalo, el más preciado símbolo de Almería.

4. Bayárcal

Bayárcal no podía estar fuera del recorrido por los pueblos almerienses en otoño. Se trata de uno de los municipios con más encanto, que hace repetir a cualquiera que pasee por sus calles. Con una arquitectura en casas en forma de terraza escalonada en la ladera de la montaña, chimeneas por doquier y terrados de origen morisco, es uno de los pueblos más bonitos de Almería.

Entre el conjunto arquitectónico del municipio destaca la torre mudéjar de su Iglesia Parroquial. Situado en la Alpujarra y con menos de 300 habitantes, Bayárcal es un excelente destino para aquello que deseen unas vistas de ensueño y la tranquilidad necesaria para desconectar. 

5. Olula de Castro

En la solana de la Sierra de los Filabres, Olula de Castro está formada por un paisaje especial de casas blancas con tejados de pizarra. Se trata de uno de los pueblos más pequeños de la lista, con menos de 200 habitantes, pero su encanto es visitado por numerosos turistas a lo largo del año.

En Olula no encontrarás grandes monumentos, pero su cálida gente y su soledad es uno de los mayores encantos de los que uno puede disfrutar en otoño. Un destino muy recomendado para pasar un fin de semana con amigos o pareja. 

6. Lucainena de las Torres

Lucainena de las Torres, como se puede observar el imagen superior, forma parte de 'Los pueblos más bonitos de España', y es que méritos para ello le sobran. Un municipio que ofrece opciones para todos los gustos y edades.

Desde senderos, históricos hornos de calcinación o su lavadero público, conquista a cualquiera que se digne a acudir. Sin duda, algo que hay que hacer un fin de semana de este otoño es visitar la Vía Verde, una maravilla natural en la provincia de Almería.

7. Serón

En plena ladera norte de la Sierra de los Filabres, Serón tampoco podía estar fuera de esta lista. Fundado por nazaríes en el siglo XIII como fortaleza defensiva, actualmente atesora una riqueza natural de gran valor paisajistico.

Estrechas y empinadas calles junto con la amabilidad de sus gentes convierten a Serón en una parada obligatoria para pasar algún fin de semana de otoño, pudiendo disfrutar de una gastronomía envidiable. Desde ricos jamones y embutidos, Serón es un destino ideal para visitar en familia.