Discriminación, brechas y precariedad: así trabajan las mujeres en Almería
El mercado laboral femenino en la provincia arroja luces y sombras

Mujeres trabajando en una línea de manipulado.
El paro femenino en la provincia de Almería arroja cifras que podrían agururar bonanza, y es que la tasa de desempleo de las mujeres es la más baja de Andalucía. Sin embargo, estos datos son un arma de doble filo, pues, en gran medida, maquillan realidades como la precarización o la feminización existente en algunos sectores.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en los últimos cinco años (sacando de la ecuación el de la pandameia), Almería tiene la tasa de desempleo femenino más baja de Andalucía. Esto es, el número de mujeres paradas en relación a la población en edad de trabajar.
Así, el orden regional quedaría establecido del siguiente modo: Cádiz, 28,12; Jaén, 25,83; Granada, 24,49; Córdoba, 24,39; Huelva, 22,14; Sevilla, 21,36; Málaga, 20,18; y Almería, 19,05.

Tasa de paro femenino en las provincias andaluzas.
Nacional
Sin embargo, las cifras de desempleo femenino andaluz aún quedan muy lejos de la media nacional, con 14,84, siendo la andaluza de 23,19. En otro orden de cosas, existe un dato que resulta llamativo en cuanto al paro femenino en la provincia, y es que, según el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), tomando como referencia los meses de enero del periodo 2015-2025, el volumen de mujeres en búsqueda de empleo respecto al total ha aumentado de forma considerable y progresiva.
Búsqueda de empleo
Si en enero de 2015 había 76.608 demandantes de empleo en la provincia, de los cuáles 38.208 eran hombres y 38.400 mujeres (49,88% por 50,12%), el pasado mes de enero se registraron 46.960 demandantes, 19.669 hombres y 27.291 mujeres (41,88% por 58,12%).
Es decir, del total de los demandantes de empleo en la provincia, las mujeres han pasado de representar el 50 por ciento a casi el 60. Esto, entre otros motivos, se debe a un incremento de las mujeres que se lanzan al mercado de trabajo. Llegados a este punto y conociendo los datos, es hora de analizar la coyuntura del empleo para las mujeres en la provincia
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Feminización
A nadie se le escapa que un gran volumen de empleo de mujeres lo absorbe el sector agroalimentario, en gran parte el del manipulado, que se trata de “un sector feminizado y que, por ende, adquiere peor valor. Cuando se piden medidas que tienen que ver con la corresponsabilidad y la conciliación, nos encontramos discriminaciones”, señala María Luisa González, secretaria de la Mujer de CCOO Almería y miembra de la Plataforma de Acción Feminista de Almería, que añade que la mujer que está incorporada al mercado laboral “tiene doble presencia, porque las labores de cuidado las siguepn asumiendo las mujeres”.
Y es que, dice González que “el noventa por ciento de las excedencias por guarda legal o cuidado de mayores las siguen pidiendo las mujeres”, lo que repercute en su vida laboral y su pensión.
Discriminación
“Tenemos constancia de que en las entrevistas de trabajo muchas veces le preguntan a las mujeres si tienen pensado casarse o tener hijos, cuestiones que a un hombre no se le preguntan”, subraya Antonio Valdivieso, secretario general de CCOO Almería, y añade que no es inusual que una mujer llegue al sindicato alegando que “le han despedido de la empresa por no tratarse del cabeza de familia”.
Asimismo, Valdivieso pone el foco en la cultura empresarial almeriense, señalando que hay “un porcentaje importante de empresas en la provincia que aún siguen teniendo este tipo de estereotipos hacia la mujer” y asegura que se encuentran “desbordados en este tipo de cuestiones”.
Así, CCOO transmite que llevan negociados en los últimos tres años más de 225 planes en materia de igualdad en empresas almerienses.
Precariedad y sectores masculinizados
Según arrojan los datos del SEPE, las mujeres que tienen más dificultad para acceder al mercado laboral son las mayores de 45 años, suponiendo el 53% del total de demandantes a enero de este año. Es un hecho que sectores como el agroalimentario, la hostelería o el comercial (venta al por menor) viven de la estacionalidad y la precariedad, con contratos en muchos casos parciales y de duración determinada.
Esta precariedad, insisten en CCOO, “afecta en mayor medida a mujeres”, lo que convierte a las féminas en un “colectivo diana”. Además, la masculinización de sectores como el de la construcción o el transporte dificultan a las mujeres acceder a este tipo de empleos.
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