Almería, una de las principales productoras de carne de cerdo de Andalucía, puede hacer suyo el dicho de que a ‘río revuelto, ganancia de pescadores’. Las tensas relaciones comerciales entre EEUU y China en las últimas semanas por la espiral de los aranceles han provocado que el porcino norteamericano tenga que pagar un gravamen del 125% del producto por entrar en el gigante asiático. La carne y subproductos del cerdo no son una excepción y EEUU sufrirá las consecuencias dejando hueco a otros productores de otros países que no están en desencuentro con Pekín. China es uno de los mayores consumidores de carne de cerdo, sobre todo por la inmensidad de su población. Entre 2018 y 2019, las autoridades chinas se vieron obligadas a sacrificar a casi toda su cabaña por un brote de fiebre porcina que aún persiste. 

En ese contexto, China tuvo que importar masivamente, sobre todo de EEEU y Brasil y en tercer lugar de España que introduce en China producto cárnico de cerdo por valor de más de 3.000 millones de euros, que suponen el 75% del total de las ventas exteriores de este producto. Ahora, se podría aumentar aún más ese volumen de exportación ocupando parte del botín que deja la política comercial agresiva del Gobierno de Donald Trump. Almería es, desde hace décadas, una de las principales zonas productoras de carne de cerdo de Andalucía junto a la zona de Antequera, Campillo y Sevilla.

Se trata de una producción muy localizada en zonas concretas como las de Huércal-Overa, Pulpí, Albox, Los Vélez, Tabernas y Níjar, principalmente dedicadas al cebo y en menor medida a la reproducción. Aunque la mayoría de la carne porcina de Almería se vende en mataderos de Murcia y Málaga, también ha crecido la demanda de carne congelada para la exportación a China. El precio del despiece ha llegado a crecer un 75% en el caso del tocino sin piel o un 35% en el caso de la panceta, la espalda y la papada, sobre todo en los años de peste porcina en China.

En los últimos años se han multiplicado en las distintas comarcas almerienses la demanda para la apertura de nuevas explotaciones en los Vélez, Huércal-Overa y Pulpí. En este último municipio se autorizó una explotación de recría de lechones en el paraje de Los Vizcaínos. También una explotación de 1.040 cabezas en El Campillo de Vélez-Rubio y otra en Tabernas.