Ha sido el punto de la confirmación rojiblanca
El equipo de Soriano sabe sufrir
El punto de la confirmación. Este Almería ha aprendido a sufrir, a nadar contracorriente y a dejar su meta a cero cuando peor estaban las cosas. No se puede dar por excelente el empate de Santo Domingo, porque las jornadas pasan y el equipo sigue en descenso y sin ganar desde primeros de septiembre. Dicen que cuando uno tiene un objetivo lo difícil no es llegar, sino mantenerse, y es lo que se propusieron los pupilos de Soriano.
Bien hasta la roja
El Almería salió con un esquema claro ante el Alcorcón: no desordenarse y apretar en acciones a balón parado. Con Fidel de lanzador, los rojiblancos tuvieron varias ocasiones claras con cabezazos de Trujillo y Morcillo. Pero en el minuto 23 todo se volvió negro y los famosos fantasmas del pasado se daban una vuelta por el feudo alfarero. Fran Vélez vio la segunda amarilla por golpear en el salto a Iván Alejo y dejaba a su equipo con diez. El tarraconense lanzaba con rabia el brazalete, consciente de que su acción podía marcar el devenir del duelo.
Lejos de descomponerse, fue cuando más conjuntado se vio al Almería. El presidente pedía equipo, y ayer lo fueron con letras mayúsculas. Eso sí, la clasificación dicta lo contrario de las sensaciones, ya que suman 8 puntos en 10 jornadas y se puede abrir brecha con la permanencia.
Hasta el descanso lo más peligroso del Alcorcón fueron sus balones parados. Primero con un codazo de David Navarro a Ximo que bien le pudo costar la expulsión, y luego con un remate de Iván González a gol que el colegiado anuló por fuera de juego.
Tocaba respirar hondo y aguantar toda la segunda mitad con diez jugadores. ¿Imposible?, no. El Almería se iba haciendo fuerte con el paso de los minutos frente a un Alcorcón desesperado, al que le costaba generar superioridad por bandas y por el interior. De hecho, lo más peligroso fue un disparo lejano de Manuel Sánchez que se estrelló en el travesaño de la meta de Casto. Y aunque Dmitrovic apenas intervino, se llevó un buen susto tras una falta lateral que Joaquín estuvo a punto de mandar a la red.
A ganar
La imagen de los futbolistas felicitándose sobre el césped habla sobre lo difícil que es no encajar y más si te quedas en inferioridad. Mantener la regularidad y ganar son los próximos retos, porque las semanas van pasando y la victoria se hace imprescindible. El Almería lleva dos semanas siendo intenso, solidario y ordenado. A la mejora se le debe unir un resultado positivo contra el Nástic en casa. Ahí el vestuario despejará la mente del todo y disfrutará plenamente del fútbol. Que no sea un espejismo.