El Almería tendrá este domingo (19:15 horas /Canal + Liga 2) la última opción de romper su maratoniana racha de resultados negativos en su último compromiso liguero del fatídico 2015 que consume sus fechas postreras. Los de Joan Carrillo quieren que les siente bien el turrón de estas fiestas navideñas en las que se conmemora el nacimiento de Cristo, y la mejor manera de digerir los dulces de estas fechas tanto para ellos como para los abonados del equipo, es regresando de Oviedo con tres puntos en el talego. Sería vital el lograrlo después de toda una temporada sin haber logrado ganar fuera, porque daría un impulso nuevo al equipo para iniciar la escalada hacia la zona tranquila.

Ardua misión
Visto lo visto pensar en la suma de tres puntos en Oviedo es casi como si del cuento de la lechera aplicado al Almería actual se tratara, pero el fútbol es fútbol y los resultados no previstos están a la orden del día.
La misión de conquistar el Carlos Tartiere no es imposible, pero si de una gran complicidad porque dentro de la igualdad que reina en la categoría el equipo que prepara Sergio Egea es de los conjuntos más completos y con un mayor potencial ofensivo.

El pronóstico se inclina descaradamente del lado local no sólo por el apoyo que tiene de la grada, incrementado en este caso tras la victoria de la pasada jornada en Miranda del Ebro, sino por los números con los que llega el conjunto asturiano a este duelo frente al colista.

El Oviedo que entrena Sergio Egea se ha encaramado a la tercera posición de la tabla, pisando los talonea a los dos equipos que actualmente están en posiciones de ascenso directo que son Córdoba y Alavés, de los que le separan cinco y dos puntos, respectivamente. En las 17 primeras jornadas el Oviedo ha conseguido 28 puntos, justo el doble de los que tiene el Almería.