"Ha sido un desastre"
El vestuario del Real Madrid, un funeral

Cristiano y Bale son el vivo reflejo de la derrota.
Un silencio sepulcral se adueñó del vestuario del Real Madrid cuando finalizó el partido. Con los hombres de peso viendo el choque desde casa, muy pocos alzaron la voz en la caseta del Calderón. Había poco que decir. Los jugadores eran conscientes de que habían firmado el peor encuentro de la temporada. Y, posiblemente, el peor desde que Ancelotti es el entrenador del Real Madrid. “Ha sido un desastre”, dijo Benzema al final del partido, en una frase que resume a la perfección el sentir de la expedición madridista.
A los jugadores del Madrid se les hizo eterno el postpartido. El autobús tardó más de lo habitual en llegar a la puerta del Calderón y los blancos no empezaron a desfilar por los túneles del estadio hasta casi una hora después de que acabara el chqoue. Ese tiempo de más en territorio rojiblanco fue la penitencia que tuvieron que pagar los madridistas tras la goleada.
Florentino Pérez también vivió uno de sus peores días como presidente del Real Madrid, encajando su primera goleada contra el Atlético de Madrid. El presidente había vivido ya algunas noches trágicas ante el Barça, pero nunca ante el equipo rojiblanco. Ni siquiera la final de Copa del Rey perdida ante el Atlético en el Bernabéu (en 2013) le dolió tanto como la derrota de ayer. La imagen de sus jugadores no fue buena y abandonó el campo con cara de pocos amigos.
Solo el pequeño grupo de aficionados, unos 200, que acudió al Vicente Calderón dio algo de color a la salida del equipo, aunque con exigencias: “Queremos 11 Juanitos”, gritaron, algo enfadados, a la plantilla.