Hasta el minuto 66 el partido que el Almería estaba disputando puede ser considerado como un calco de los dos encuentros que los rojiblancos habían disputado con anterioridad. Desde el pitido inicial del catalán se vio que el dueño y señor de la situación era el equipo local.
Con las líneas muy juntas, con una presión coordinada y sincronizada sobre el rival en todas las zonas del campo el onde almeriense consiguió que el rival se sintiera especialmente incómodo. El excelente trabajo de los pivotes rojiblancos, en esta oportunidad con el brillo especial de un Marcos Tébar que parece mejorar con cada minuto que juega, nubló las ideas de los volantes rivales que se vieron incapaces de dar sentido al juego de ataque de los suyos que sólo se limitó, antes de la expulsión de Dubarbier, a alguna acción aislada por parte de Corominas.

En los 10 minutos el Almería dispuso de las suficientes ocasiones como para haber encarrilado el encuentro, sin embargo sólo acertó Soriano, con un espléndido cabezazo. La ventaja mínima de los almerienses hacía que los ilicitanos siguieran vivos y metidos en el partido por la falta de efectividad de la escuadra local. En la única acción de desborde por banda de los de Escribá llegó el penalti cometido por Dubarbier al rechazar con el brazo el balón. El gol conseguido por Albácar desde el punto de penalti igualaba el marcador de forma injusta. Al filo del descanso otra mano ene l área contraria, y Verza que restituye la justa ventaja para los locales.
En la 2ª mitad intenta reaccionar el Elche, pero el Almería vuelve a poner las cosas en su sitio para que el dueño del partido siguiera siendo el equipo local. Reacciona Escribá dando entrada a Boakye en lugar de un desaparecido Del Moral. El ghanés necesitó sólo cuatro minutos para cambiar el signo del partido provocando con habilidad de un inocente Dubarbier.

Otro partido Era el minuto 66 y entonces comienza otro partido. El Elche cogió confianza, se vio capaz de ser el dominador del encuentro y puso cerco al área local. Una veces por falta de acierto de sus delanteros, otras por el buen trabajo defensivo de los almerienses e incluso por algunas buenas intervenciones del portero Esteban, el partido llega a sus segundos finales con la grada rojiblanca saboreando el placer de su primer triunfo. Pero, superado el tiempo reglamentado y la prolongación, Boakye, en claro fuera de juego, privó al Almería del triunfo.