Aquel balón con medio siglo de vida, de historia
Manolo Reyes: un futbolista de época que jugaba de todo

Con el tesoro que tiene en casa, una pelota que se trajo de su etapa en el Girona.
Es uno de los grandes futbolistas que ha dado la historia del fútbol de Roquetas de Mar, tierra de donde han salido grandes artistas del balón, fenómenos que han hecho carrera en el mundo del balompié, en aquel fútbol en blanco y negro. Abrimos el baúl de los recuerdos del fútbol y nos encontramos a aquel Manolo Reyes, uno de los genos que ha regalado la historia del fútbol roquetero.
LA VOZ y la Cadena SER se han colado en su corazón para dar una vuelta al mundo con él y conocer un poco más su historia. Reyes guarda en casa un tesoro para cualquier coleccionista de fútbol: un balón con casi medio siglo de vida, casi 50 años de historia.
Se emociona mucho recordando sus inicios como futbolista: “Tuve la gran suerte de jugar en el Almería juvenil, fueron mis mejore recuerdos de aquella etapa siendo de categoría juvenil”, mientras que “en Roquetas fueron mis últimos años de futbolista, me vine a trabajar aquí porque ya había ganado dinero en el fútbol (risas). En mi Roquetas de mi alma y de mi alma jugué muy poco... me hubiera gustado jugar más en mi tierra; no podía entrenar como Dios manda por mi trabajo, porque para jugar hay que entrenar bien. De hecho, los entrenadores deberían poner a aquellos jugadores que entrenan bien”, dice convencido un Manolo Reyes que habla de la figura del entrenador en el mundo del fútbol: “Deben decir las cosas como Dios manda a los futbolistas y llevarlos por donde hay que llevarlos”.
Hoy recuerda con emoción a todos aquellos futbolistas que son sus amigos: “Hice muchos amigos, desde Puertollano, que fue la primera vez que salí de Roquetas de Mar, en Plasencia, amigos en Elche, Marbella, Girona, Xerez... tengo la gran suerte de tener amigos en muchos rincones de toda España”.
El primer día que tuvo que hacer la maleta para salir de casa no fue fácil: “Lo recuerdo como un día muy difícil, porque mi padre no me dejaba irme y gracias a un buen amigo, me dejó que me marchara. Mi padre no me dejaba, no tenía los 18 años, y harto de ganar dinero... no me pagaron en ningún sitio, pero más feliz que el mundo. El fútbol me hizo feliz, disfrutaba con el fútbol. No podía faltarme el fútbol en mi vida”.
Economía
“La ficha más alta que cobré fueron 660.000 pesetas, fue en el Xerez, cuando me vine para Roquetas para no jugar más, me vine con unas 550.000 pesetas de aquellas... sin cobrar, pero gracias a la AFE cobré, mi mujer no se lo creía”, sentencia.