Una tarde inolvidable que jamás Pescadería. Este barrio con tanta solera y tan futbolero volvió a mirar al cielo en un Memorial que se ha consolidado en el mapa del fútbol almeriense. Estamos hablando de un Memorial grande, de esos que llegan al corazón del fútbol almeriense y el X Memorial de Fútbol Sala Femenino María Ángeles y Carmelo del Águila se ha hecho mayor gracias a unos amigos y amigas de estos dos grandes hermanos que siguen en el recuerdo de todos.

El fútbol volvió a recordarlos en un tarde que volvió a ser muy emotiva para todos aquellos que conocieron gracias al fútbol sala a dos hermanos que fueron un ejemplo para muchos. Y todo ello porque el fútbol sí tiene memoria y el Barrio de Pescadería vivió un día especial, una jornada muy bonita que sirvió para recordar a dos hermanos que nos dejaron para siempre. Eran dos grandes como futbolistas y todavía más como personas.

Se fueron para siempre, pero dejaron en la tierra muchísimos amigos y amigas que todos los días los recuerdan y siempre todos los años celebran un Memorial que se ha consolidado en el fútbol de nuestra tierra. El Barrio de Pescadería volvió a llorar recordando a María Ángeles y Carmelo del Águila.

Se ganaron el cariño de todas aquellas personas que jugaron al fútbol con estos hermanos que fueron muy grandes dentro y fuera del terreno de juego. El X Memorial de Fútbol Sala Femenino María Ángeles y Carmelo del Águila se ha celebrado en el Pabellón de Pescadería, que volvió a llenarse.

Todo salió a las mil maravillas, como en las anteriores nueve ediciones. Pescadería conoce perfectamente a María Ángeles y Carmelo del Águila y saben que todos los años debe celebrarse este Memorial para recordarlos porque él y ella dejaron una huella muy grande entre sus mejores amigos.

El periódico de todos los almerienses ha colaborado este año, en la décima edición, y ha ayudado con las camisetas que lucieron las chicas en el X Memorial de Fútbol Sala Femenino María Ángeles y Carmelo del Águila. Camisetas de colores, de cuatro colores, que fueron vestidas por unas niñas que conocieron muy bien a los dos hermanos que dejaron huella en el balompié de la tierra. Pescadería volvió a mirar al cielo en un Memorial muy emocionante.