Prieto Iglesias o la justicia de una caída
Joaquín no mereció ser expulsado

Prieto Iglesias.
Prieto Iglesias, el árbitro del partido disputado por el Almería ante el Numancia, demostró aquello de que casi nunca las segundas partes fueron buenas. Porque al volver a pitar al Almería en Segunda ha demostrado que es tan malo en esta categoría como lo era cuando dirigía partidos en segunda y que su descenso ha sido más que justo.
No influyó en la corta derrota del equipo almeriense que fue justa y corta, pero volvió a demostrar que no tiene autoridad sino para complacer a la parroquia, aunque ésta sea tan escasa como la del sábado en Los Pajaritos.
Se salta ala torera las disposiciones en el sentido de no utilizar el spray para nada. La tarjeta amarilla a Joaquín que le impedirá jugar ante el Mallorca, fue injusta.
Pero donde demostró su falta de autoridad fue al permitir las continuas pérdidas de tiempo de los locales, que tuvieron que ser atendidos en seis ocasiones.