Decenas de agentes de la Guardia Civil han tomado el municipio de Adra en la tarde de este martes para evitar que la escalada de violencia que se vive en la localidad abderitana desde la mañana de este lunes continúe durante el último adiós a José Cortes, el joven del clan de los Lateros que perdió la vida tras recibir un disparo de escopeta durante una multitudinaria pelea ocurrida en la pedanía de Puente del Río.

Durante toda la mañana, en las inmediaciones del tanatorio de Adra, ubicado en la Calle Manolo de la Rivera, un amplio despliegue de la Guardia Civil ha tomado posiciones para que los familiares y amigos del varón fallecido en la calle Marte este lunes pudieran darle su último adiós sin temor a represalias.

Despliegue policial en el entierro

Las varias decenas de agentes de la Benemérita que han custodiado el tanatorio abderitano se han desplazado pasadas las 18:00 horas hasta la Parroquia del Cristo Resucitado, ubicada en la pedanía del Puente del Río, donde en la mañana del lunes, alrededor de las 09:00 horas y tras una discusión por el volumen de la música, un varón de unos 60 años, perteneciente al clan rival de los Saules, disparó con una escopeta y se cobró la vida de Cortés, de 22 años.

En la parroquia abderitana, a las 18:30 horas, se ha celebrado este martes la misa funeraria del fallecido, cuyo cuerpo sin vida se ha trasladado posteriormente hasta el cementerio de la localidad de Balerma, donde ha sido enterrado. Todo ello, acompañado de sus familiares y amigos y de varias decenas de agentes de la Guardia Civil, que, al igual que ocurriera en la localidad granadina de Ugíjar hace un mes durante el entierro de Jony, se han personado en el lugar para evitar que se produzcan más altercados.

Venganza tras el asesinato

Y es que la muerte del joven de 22 años ha dejado tras de sí otro violento suceso, pues según fuentes ceracanas a la investigación, en represalía por el asesinato perpetrado por una persona del conocido como clan de los Saules, los Lateros habrían incendiado hasta cuatro viviendas ubicadas en la calle Júpiter de Puente del Río en la madrugada de este martes.

Todo, tal y como ha denunciado la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), debido a la ausencia de agentes durante la noche a pesar de que "se sabía que iba a haber una venganza". "Solo había una patrulla de la Guardia Civil cuando le han prendido fuego a las casas", explicaba en Cadena SER Víctor Vega, de AUGC.

Clanes del narcotráfico

Y es que, tal y como han explicado las mismas fuentes a este periódico, los dos clanes implicados en la multitudinaria reyerta de este lunes que se saldó con un fallecido y un herido, que tuvo que ser trasladado al Hospital de Poniente, estarían relacionados con el narcotráfico.

En concreto, se trataría de personas dedicadas a una actividad delictiva conocida como 'petaqueo' y que serviría de apoyo logístico a los narcotraficantes y a las mafias dedicas al tráfico de drogas suministrándoles combustible para las narcolanchas.

Así quedó patente hace tan solo unos meses, cuando en septiembre de 2024 la Guardia Civil llevó a cabo la conocida como Operación Ovidio que permitió desarticular al conocido como clan de los Lateros, a los que pertenecía el joven fallecido este lunes.

Operación Ovidio

Durante dicha operación, la Guardia Civil y la Agencia Tributaria lograron detener a medio centenar de personas y, según afirmaba en su momento la Benemérita, se conseguía así desmantelar "la mayor plataforma logística de abastecimiento de combustible para los tráficos ilícitos a lo largo del Mediterráneo".

Durante esta operación se intervinieron más de 700.000 euros en efectivo, ocultos en dobles fondos bajo el suelo y tras las paredes de los inmubeles en los que residían los líderes de la organización, así como varias armas y más de una treintena de vehículos de gama alta, algunos de ellos con un valor que supera los 200.000 euros, y hasta un camión cisterna que la banda organizada utilizaba para el transporte de comustible.

Asimismo, se intervinieron 25 embarcaciones dedicadas al abastecimiento de combustible, seis motos de agua, remorques y motores de alta cilindarada, junto con más de 40.000 litros de combustible que estarían destinados al aprovisionamiento de narcolanchas.

Una operación que duró más de un año y que supuso un duro golpe para el clan de los Lateros, asentado en la barriada de Puente del Río, en la localidad de Adra, donde también se ubicaba una parcela que era dedicada al almacenamiento de combustible. Un barrio tranquilo en el que, además, el conocido clan había instalado una gran cantidad de cámaras de seguridad para vigilar determinados puntos estratégicos y evitar interferencias en sus labores de almacenamiento y suministro de combustible para las mafias del narcotráfico.