La situación tras el crimen de Berja, donde un hombre que logró darse a la fuga disparó al menos siete veces provocándole la muerte a un varón de 37 años e hiriendo a otro de 45 años, sigue siendo tensa y se extiende por la geografía de la zona: el escenario de esta historia que empieza en el mes de marzo en El Ejido se ha desplazado ahora a Ugíjar, municipio de la Alpujarra granadina.

Es allí donde este domingo velan, en el tanatorio municipal, al hombre asesinado en el barrio de Buenos Aires de Berja, y donde será enterrado este lunes: Jonatan, o Jony, como era conocido entre sus familiares y amigos, residía en El Ejido pero tenía familia en el municipio granadino limítrofe con la provincia de Almería, lugar en el que incluso tenía una casa, siendo cliente habitual de uno de los restaurantes de la zona.

Así, vecinos y empresarios de Ugíjar han advertido desde el pasado viernes, día en el que se produjo el tiroteo en Berja, un relevante incremento de la presencia de agentes de la Guardia Civil, en medio de un clima tenso ante una guerra entre familias que empezó con un triángulo amoroso el pasado mes de marzo en la localidad ejidense y que, por el momento, se ha cobrado ya tres vidas y ha dejado a otra persona herida, el hermano de Jony, el varón de 37 años que perdió la vida tras recibir al menos siete disparos en la gasolinera BP del municipio virgitano.

De hecho, fuentes cercanas a la familia del hombre asesinado este pasado viernes han confirmado a LA VOZ que el municipio de Ugíjar fue uno de los lugares en los que Jony se ocultó. Pero no el único, pues el hombre se habría marchado del barrio ejidense de las 80 viviendas, donde residía también su primo Raúl, y habría estado, según estas fuentes, en Córdoba, en Ugíjar y finalmente en Berja, donde encontró la muerte después de que una persona, cuya identidad se desconoce, le disparara desde una furgoneta, que fue encontrada horas después en la localidad ejidense. 

De El Ejido a Ugíjar

Un rosario de muertes y un clima de tensión que tiene su origen en el crimen que tuvo lugar en La Loma de la Mezquita (El Ejido) en la madrugada del pasado 7 de marzo y que desencadenó esta escalada de violencia que dura ya dos meses y que, por el momento, se ha cobrado tres vidas.

Fue entonces, hace dos meses, cuando Raúl, de 41 años, asesinó a un joven de 17 con el que su pareja le habría estado siendo infiel. Lo hizo disparándole en hasta tres ocasiones en el costado mientras el menor intentaba huir en un taxi de la calle Francisco Ayala, en el barrio de la Loma de la Mezquita, donde presuntamente había pasado la noche en la casa de Fatima, una joven de 30 años de origen marroquí que había mantenido una relación sentimental con Raúl.

El joven de 17 años, un muchacho muy conocido en el municipio de Matagorda, especialmente en la zona de El Pozo de la Tía Manolica, un punto caliente del narcotráfico en la provincia de Almería y donde presuntamente se encuentra refugiado ahora el asesino de Jony, que está siendo buscado con drones por la Guardia Civil de Almería, perdió la vida mientras era trasladado hasta el Hospital Universitario del Poniente en el taxi en el que había emprendido la huida.

Y Raúl, minutos después de disparar al menor, decidió quitarse la vida en la misma calle y con el arma que había usado para cometer el crimen. 

Venganza

Después del crimen de El Ejido, la palabra venganza resonaba tanto en la localidad ejidense como en Ugíjar, de donde es parte de la familia de Raúl y de su primo Jony. Y finalmente esta 'vendetta' se cumplió el viernes en el municipio de Berja, en el barrio de Buenos Aires, que se había convertido en el último refugio de Jony antes de encontrar la muerte por una ráfaga de disparos que también dejaron herido a su hermano, quien fue trasladado al Hospital del Poniente, y que impactaron además en el vehículo de una vecina del municipio virgitano que iba a echar gasolina en ese momento junto con su hija menor de edad.

Ahora, la tensión se ha trasladado a la provincia de Granada, a la tranquila localidad de Ugíjar, que desde el pasado viernes ha sido 'tomada' por la Guardia Civil para evitar que la violencia continúe y que la familia de Jony pueda darle al joven, de 37 años, su último adiós tras perder la vida por el mero hecho de ser familiar del hombre que el pasado 7 de marzo y motivado por los celos decidió matar a un menor de edad y suicidarse.