La Voz de Almeria

Sucesos

La excavadora certifica el final para las chabolas del cortijo 'El Uno' de Níjar

Sesenta personas son desalojadas de este terreno donde habían establecido sus hogares

Desalojo del Cortijo El Uno de San Isidro, donde 60 personas han abandonado su hogar.Víctor Navarro

Víctor Navarro
Publicado por

Creado:

Actualizado:

Cerca de las 9:30 de la mañana de este lunes 25 de febrero, la excavadora que certificaba el fin del asentamiento en el Cortijo El Uno hizo su entrada en la localidad de San Isidro, en Níjar.

Su llegada marcó el inicio del desalojo de alrededor de 60 personas que, durante años, han habitado chabolas e infraviviendas en este terreno de propiedad privada.

Mientras la máquina demolía una pequeña barricada de bloques de hormigón y otros escombros, levantada simbólicamente por colectivos sociales en un intento de frenar el lanzamiento, los moradores del asentamiento trataban de salvar lo poco que podían: mantas, enseres, herramientas. Algunos, incluso, arrancaban los marcos metálicos de las puertas antes de que todo quedara reducido a escombros.

La comisión judicial llegó poco antes de las 9:40 horas, encontrando a una veintena de personas que apuraban los últimos momentos para recoger sus pertenencias. Muchos de ellos llevaban días preparándose para este momento.

Una pequeña barricada de bloques  de hormigón y escombros intentaba frenar simbólicamente el avance de la maquinaria pesada

Cuarenta de los sesenta habitantes del cortijo ya habían abandonado el lugar el día anterior, mientras que el resto lo hizo durante la mañana sin ofrecer resistencia a las fuerzas policiales presentes.

El asentamiento, formado por edificaciones precarias y chabolas construidas con plásticos y materiales reutilizados, había servido de hogar para familias, en su mayoría trabajadores del campo, algunos de los cuales llevaban viviendo allí más de una década.

La orden de desalojo, emitida por el Juzgado de Primera Instancia de Almería, se había notificado a los moradores en junio del año pasado y reiterado la semana anterior. Pese a la resignación, la principal preocupación ahora es: ¿dónde ir?

¿Dónde ir? y el silencio como respuesta

Para muchos, la falta de una alternativa habitacional ha dejado pocas opciones. Algunos han encontrado refugio en casas de familiares y amigos, en colchones, sofás o garajes. Otros, como Kamal y su familia, han abandonado el lugar sin saber dónde dormirán esta noche. "Las familias que vivían en el Cortijo El Uno tienen un trabajo estable que les permitiría alquilar una vivienda en Níjar, pero nadie parece querer alquilarles un sitio para vivir", denuncian desde los colectivos sociales que han acompañado a los afectados.

"Las familias que vivían aquí tienen un trabajo estable que les permitiría alquilar una vivienda. Pero parece que nadie quiere alquilárselas"Colectivos sociales que han estado presentes en el desalojo

El Ayuntamiento de Níjar ha sido el gran ausente en este proceso. Una situación que han lamentado desde la ONG Servicio Jesuita a Migrantes (SJM). Su director en Almería, Daniel Izurquiza, critica como "dejación de funciones del ayuntamiento, que se ha amparado en la orden judicial y en la propiedad privada del terreno para justificar su inacción". "El propio Defensor del Pueblo Andaluz ha instado al consistorio a actuar, elaborando los informes de vulnerabilidad necesarios para presentar al juzgado para que haya una valoración razonable. Sobre todo cuando hay menores implicados", señala Izurquiza.

"El propio Defensor del Pueblo ha instado al consistorio a actuar, elaborando informes de vulnerabilidad".Daniel Izurquiza, director de SMJ en Almería.

La falta de recursos habitacionales en Níjar también ha sido puesta en evidencia. "No hay un albergue municipal que pueda acoger a estas familias.", denuncia José García, de la plataforma Derecho a Techo, quien ha recordado los sucesos del desalojo del poblado Walili.  Daniel Izurquiza, explica que, "formalmente hay uno (albergue), pero no funcional como municipal. El edificio está cedido desde hace años y lo gestiona CEPAIM, pero no en tanto de albergue municipal".

José García ha mencionado las casas que se están construyendo en la zona de Los Grillos, destinadas a albergar a trabajadores del campo, y que, a su juicio, "hace tiempo que deberían estar ejerciendo para lo que fueron ideadas: para servir de vivienda digna a los trabajadores del campo de Níjar". Para García, el éxodo vivido en el día de hoy, bien podrían haberse beneficiado de esas casas de Los Grillos que aún no están inauguradas.

Al final de la jornada, una decena de personas abandonaba el lugar sin alternativa habitacional. Las ONG Almería Acoge y SJM han tratado de ofrecer refugio dentro de sus limitadas posibilidades: "Almería Acoge tiene un recurso donde podría alojar a ocho personas, y nosotros intentaremos acoger a una o dos más en situación de mayor vulnerabilidad", explicaba Izurquiza.

Desalojo del Cortijo El Uno, Níjar, chabolas

Entrada de la pala excavadora en una de las zonas habitadas del Cortijo El Uno.Víctor Navarro

¿Dónde van a ir? Esa es la pregunta que muchos se hacen ahora. Para algunas de las personas desalojadas no queda más alternativa que buscarse la vida y volver a empezar. Esto significaría, abandonar Níjar o la provincia de Almería y por ende perder sus trabajos. También se contempla otra realidad que han mencionado, tanto Izurquiza, como José García, de la plataforma Derecho a techo, y es la de levantar esas mismas chabolas que han derribado esta mañana, en otro sitio de Níjar.

Para el director de SMJ resulta "descorazonador" que la respuesta del Ayuntamiento ante esta situación social, "en la que existen familias que se quedan en la cuerda floja", haya sido el silencio o la ausencia.

Izurquiza recuerda que, respecto a la responsabilidad de emitir informes de vulnerabilidad, ya se emitieron dos, de todas las personas que vivían en el Cortijo el Uno, pero parece que "no estuviesen formulados de una manera suficientemente clara, haciendo alusión a la realidad concreta que existe", según explica del director de SMJ en Almería.

Durante la entrada de las máquinas para tirar las chabolas, un enfrentamiento verbal entre un representante del Sindicato Andaluz de Trabajadores y un empresario agrícola puso de manifiesto la tensión latente. El sindicalista ha sostenido que los trabajadores del campo de Níjar "viven explotados" y que la patronal ha hecho "caso omiso al compromiso al que llegó hace 25 años, tras los disturbios de El Ejido, de proporcionar una vivienda digna a los trabajadores del campo".

Para muchos de los desalojados, el único camino es empezar de nuevo, aunque eso signifique volver a construir sus chabolas en otro lugar.

tracking