La Voz de Almeria

Política

Lo que la verdad esconde

Lo que la verdad esconde

Simón Ruiz Carrillo
Publicado por

Creado:

Actualizado:

Del Congreso Federal del PSOE celebrado el pasado fin de semana han podido salir algunos muy triunfadores y otros muy derrotados. Ni una cosa ni la otra. En un congreso político, como todo en la vida, no existe la verdad absoluta.



“La vida crece entre los matices”, cantan ‘Maldita Nerea’. Es como lo ocurrido en la isla de la Cartuja. Más allá de los grandes titulares victoriosos de Alfredo Pérez Rubalcaba o los lacrimógenos con Carme Chacón se encierran una serie de circunstancias que a muy pocos han dejado indiferentes durante la cita de los socialistas.



Centrando el asunto en los matices almerienses, no era ingenuo pensar que un grupo de delegados, alineados con la dirección provincial del PSOE en la llamada lista oficial, fueran a seguir a pies juntillas lo que se estaba ‘dictando’ desde la calle San Vicente en Sevilla. El grupo de Juan Antonio Segura Vizcaíno – Juan Antonio Lorenzo, Tomás Elorrieta, Águeda Cayuela y Juana Caparrós – no iba a convertirse al chaconismo de la noche a la mañana. Por lo tanto, primer matiz. El “sentir mayoritario” de la delegación no era, precisamente, el de respaldar a la exministra de Defensa por mucho que ésta diera a conocer a Olula del Río en toda España y en el universo de Twitter.



Pero es que ni siquiera el núcleo duro de la propia dirección socialista de José Luis Sánchez Teruel ha podido hacer valer su fortaleza ante la disyuntiva entre uno y otro candidato a la secretaría general. Enfrente de ellos estaba un grupo, con un 30 por ciento de respaldo – proclives a Rubalcaba aunque nunca se presentaron como tal ante la opinión pública salvo el caso de Martín Soler – que no iba a bailar la misma danza que los chaconistas. No. Y mucho menos corriendo cada vez más el rumor de que la “neutralidad activa” de José Antonio Griñán iba transformándose en “participación activa” a favor de Carme Chacón.



También es verdad, aunque con matices, que este proceso ha sido aprovechado para ‘ajustar cuentas’, o, más bien, para empezar a echarlas. Pronto va a cumplirse un año del ‘cambio de rumbo’ en la dirección socialista almeriense (Diego Asensio se fue y lo echaron en cuestión de minutos) y parece que las tormentas siguen. Unas con más virulencia. Y otras con menos. Pero da la impresión que el ‘tsunami’ del congreso ha sido aprovechado por los actuales críticos a la dirección provincial – entre ellos, Luis Caparrós, el candidato que no llegó a presentarse oficialmente – para empezar a medir sus fuerzas.



Ahora, Rubalcaba y Griñán han llamado a templar gaitas, conscientes de que tanto a uno como a otro les interesa la victoria del PSOE en las andaluzas. Pero quizá se llegue demasiado tarde. Lo vivido en Sevilla, con sus matices, entre los propios anfitriones, da idea de que más que enfrentamiento por el poder orgánico el congreso escondía pulsos entre familias. Y éstos, a veces, acaban en tragedia.

tracking