La lengua de signos sale a la calle
Intérpretes exigen a la Junta que les valore y contrate como personal laboral

Intérpretes de lengua de signos en Educación se concentran ante la sede de la Junta.
Los intérpretes de lengua de signos que trabajan en centros educativos públicos de la provincia se han concentrado ante la delegación del Gobierno de la Junta para exigir mejoras laborales y que se reconozca su trabajo como pilar fundamental en la educación de los alumnos sordos. Son, dicen, “puente de comunicación entre profesores y alumnos, entre secretaría y alumnos y entre alumnos sordos y oyentes”.
Reclaman ser reconocidos como personal laboral de la Junta. Un reconocimiento que se prometió en 2008 pero que, la crisis paralizó, y aún hoy siguen esperando. Así lo explicaba ayer Araceli Gomera, que es intérprete de lengua de signos y que forma parte de un servicio externalizado por la Consejería de Educación.
Los once intérpretes de lengua de signos que hoy apoyan y trabajan “codo con codo” con los casi 50 alumnos sordos que cursan en los centros públicos de Secundaria, Bachiller y ciclos formativos, se ven a ellos mismos como “parte del sistema educativo”.
Precisamente por este motivo, se concentraban ayer, el mismo día y a la misma hora que el resto de intérpretes de lengua de signos que trabajan en la educación pública andaluza. El miércoles próximos, también a las seis de la tarde, volverán a concentrarse.
Problema económico
Entienden que la respuesta que hasta ahora se les ha dado desde la Junta no acaba con su problema. “Educación dice que el problema es económico, no de voluntad”, señala Paqui Hernández, también intérprete de lengua de signos.
A día de hoy, Educación contrata a estos profesionales del 15 de septiembre al 21 o 22 de junio, en función de cuando acaba el curso. Además, “no valora” la Junta, siempre según este colectivo, el trabajo que desarrollan. “Hacemos memorias y tenemos que prepararnos las clases, porque hacemos de intérpretes igual en una clase de Educación Secundaria o de Bachillerato, que en un ciclo formativo de Informático o de Madera y Mueble, por ejemplo”.
La Junta “no nos valora igual que a otros profesionales que en Educación sí se valoran”, apuntan estos intérpretes que son esenciales para muchos alumnos.
Ahora mismo los alumnos sordos son algo más de 25 en ESO y en Bachillerato, pero con los Ciclos Formativos, la cifra de estudiantes fácilmente alcanza los 50.