Nueve bodas y un concejal
El edil Nicasio Marín oficia casi una decena de enlaces matrimoniales en una mañana

Una de las nueve parejas de novios posan junto a familiares y el concejal (primero a la derecha)
¿Se imaginan oficiar nueve bodas seguidas? Si se es sacerdote, tiene uno experiencia suficiente y está en buena forma, ¿por qué no?. Pero, ¿y si es concejal y es la primera vez que oficia un enlace matrimonia, un acto tan importante entre dos personas?. Pues si, eso ya son palabras mayores.
Esto fue lo que le ocurrió a Nicasio Marín, concejal en el Ayuntamiento de Almería, y hasta hace unos días responsable del área de Hacienda del ayuntamiento capitalino. Nunca antes había oficiado una boda y, de repente, este sábado, entre las 10 de la mañana y las 3 de la tarde, casó a nueve parejas en el salón de plenos del Ayuntamiento capitalino.
Maratón de enlaces
Todo un récord; nunca antes se habían celebrado tantas bodas en una sola mañana en el Ayuntamiento de Almería. Desde que en diciembre de 1994, hace ya más de 20 años, se facultó a los alcaldes, y en su nombre a los concejales, para celebrar bodas, el salón de plenos del Ayuntamiento de Almería había sido testigo de miles de bodas, aunque nunca antes había visto un “maratón de enlaces” como el que tuvo lugar este pasado fin de semana. De las nueve bodas celebradas, un tercio de las novias fueron chicas extranjeras -una rusa, una italiana y una rumana- y el resto de nacionalidad española, entre ellas una novia de etnia gitana. Una de las bodas fue entre dos chicas.
Si bien, generalmente, en las bodas que se celebran en el Ayuntamiento de Almería, como en otros, los oficiantes apenas tienen que leer unas lineas de unas determinadas leyes y dar por casados a los novios, el edil optó por dar más lustre, brillo y boato a todos los enlaces, añadiendo poemas especialmente dedicados a los contrayentes e incluso intentando conocer algo de la pareja para darle mayor calidez y solemnidad al acto. “Llegamos a un acuerdo entre todos los funcionarios y trabajadores del Ayuntamiento que participamos en los enlaces matrimoniales -dos oficiales, un ujier, un técnico de sonido, una limpiadora, la policía y un funcionario- para que estos fueran lo mas memorables y menos rutinarios posibles. Y así se hizo, los oficiales esperaban a los novios y familiares en la entrada al Ayuntamiento y los subía formando un séquito. Todo esto cada media hora”, señala Marín.
Música especial
“A todos los novios y familiares, ya en el salón de plenos -que ya de sí es impresionante, pero que para las bodas se presenta totalmente engalanado- se les recibía con música, con Handel y Beethoven. Aunque muchos de ellos, cuatro de las nueve parejas, decidieron traer su propia música. Por ejemplo, para la novia italiana sonó 'O sole mio'; una canción que emocionó a todos los invitados, que comenzaron a cantarla tímidamente. Fue entonces cuando les invité a cantarla. Terminamos cantándola todos juntos. Fue un momento muy emocionante, nos los pasamos bien y nos reímos mucho”.
Pero no fue la única anécdota del día: en una de las bodas, los novios, una pareja gitana de Pescadería, invitaron al edil a tocar la guitarra en su celebración nupcial, eso sí, retribuyéndole con 100 euros. “Cuando me dí cuenta de que eran de etnia romaní les dije que si llego a saberlo les tocaba con la guitarra un fandango. A lo que me respondieron que me pagaban 100 euros por tocar en su celebración, a la que me invitaron”, señala el concejal.