Tres años se cumplen desde que Gabriel Amat llegara a la presidencia de la Diputación Provincial. Como no es de los que entran como un elefante en una cacharrería, llegó, vio y actuó. En esta entrevista resume su gestión.

Tres años depués, ¿cuál es el balance de su gestión en la Diputación?

Cuando llegué a la Diputación decían que se debían 100 millones y eran 201, porque no se acordaban de lo que Zapatero había mandado de más y que vamos detrayendo cada mes. Hoy se deben 80 millones menos y eso lo hemos hecho sin recortar ninguna prestación social. La residencia de la tercera edad sigue dando los mismos servicios y la misma calidad y, sin embargo, se han reducido pérdidas y ya no se pierden 12 millones de euros, se pierden siete, y la calidad es la misma. Esa es la satisfacción que tenemos, porque para mantener los servicios hay que gestionarlos bien, porque corremos el riesgo de perderlos.

¿Y en materia de obras?

En cuanto a esta casa, incluido todo, hemos hecho una cantidad de servicios muy importante, que nunca se habían hecho aquí. Por ejemplo todas las obras que adjudicamos todos los años y que suman unos 20 millones de inversión y que han tenido una baja económica importante para los ayuntamientos.

¿Por ejemplo?

Los de menos de 1.000 habitantes, 51 municipios si no me equivoco, no tienen que pagar nada; los que tienen que pagar un 10% no pagan nada, tampoco los que tienen que pagar un 20% y los que tienen que pagar un 40% están pagando en torno a un 10% porque ya tienen una quita con la que ya se quedan. Los de más de 50.000 habitantes, que tienen que pagar un 75% de esas obras, están pagando un 30% menos, y es dinero con el que esos ayuntamientos se quedan para gestión.

Se le ve satisfecho.

Es que eso aquí nunca se había hecho; como tampoco se había hecho dar una subvención directa de 10.000 euros a los ayuntamientos pequeños; que tampoco tienen que pagar nada por la recaudación que hace la Diputación y además, se les adelanta desde el 1 de enero una cantidades para que puedan funcionar y nosotros empezamos a cobrar  partir de agosto. Si sumamos todo eso, reciben unas cantidades muy importantes en situaciones muy complicadas económicamente. Gracias a eso muchos pueden pagar las nóminas. Cuanto más pequeños son los ayuntamientos más ayuda reciben.

¿Y el problema del agua de algunos pueblos?

A todo eso tenemos que sumar las potabilizadoras que hemos puesto en funcionamiento, los sondeos que hemos hecho, el abastecimiento de agua, arreglos de tuberías, en lo que hemos invertido entre 12 y 13 millones de euros, con fondos propios, además.

Pero ha habido más inversiones.

El plan de carreteras también ha supuesto unos 12,5 millones de euros para los 1.300 kms que tenemos de carreteras en propiedad, más el plan de caminos rurales de 6,5 millones, es sin duda una ayuda porque los ayuntamientos no tienen. Hay que añadir el plan de obras de 90 millones que hemos hecho estos tres años, también es gestión e inversión; porque hay ayuntamientos en los que las únicas obras que se han hecho son las que ha hecho la Diputación.

¿No se le queja nadie?

En estos tres años que llevamos en esta casa, no se habrán repetido otros años antes con una igualdad de inversión con la provincia como estos; años de colaboración y de ayuda con todos los ayuntamientos y especialmente con los más pequeños. ¿Se puede hacer más? Sí. ¿Se puede mejorar? Sí; pero me siento satisfecho, aunque no conforme. Aún hay municipios sin agua potable y tenemos la obligación de solucionarlo; pero no se puede hacer todo. Tenemos pendiente una potabilizadora en lo alto del Almanzora.

¿Eso es competencia de la Diputación?

No,  sino de la Junta de Andalucía, que ofrece pero no hace aunque está cobrando un canon del consumo de agua y del alcantarillado y yo no sé donde va el dinero de ese canon, porque debería gastarlo en la provincia. En el Almanzora hay más dificultades que en el Levante, porque ya hemos conectado el agua de Carboneras, y hay calidad de agua.

Tenía intención de hacer cambios en Galasa, ¿se van a hacer?

Tengo confianza en que, si los ciudadanos el año que viene, siguen teniendo confianza en el PP, el camino y la ruta a seguir la tenemos marcada: agua potable a los ayuntamientos a los que tiene que dar servicio Galasa; y en este sentido, con Galasa, hay cosas que arreglar, porque Galasa no se constituyó con unos costes adecuados a los servicios que estaba dando, y cada año aumenta las pérdidas. Los servicios tienen que tener equilibrio económico, no beneficios. En eso tenemos que trabajar Galasa, Diputación y los ayuntamientos. Para un alcalde lo importante es que su municipio tenga los mejores servicios y para eso tienes que equilibrar el gasto con lo que recibes.

¿Qué espera de las elecciones municipales?

Somos conscientes de que el PP tuvo un estupendo resultado, mejorarlo es posible pero difícil. La gestión que hemos hecho en los ayuntamientos del PP y en Diputación ha sido buenísima.