Cinco detenidos por robar la recaudación de máquinas tragaperras
La Guardia Civil captura la banda en Burgos y Almería y le imputa 25 asaltos en establecimientos

Efectos intervenidos por la Guardia Civilx,auto
La Guardia Civil, en el marco de la Operación Cawboy, ha desarticulado un grupo organizado dedicado al robo con fuerza en máquinas tragaperras de bares. Se les atribuye la presunta autoría de 25 hechos delictivos en Navarra, Burgos, Alava, La Rioja, Madrid y Almería, entre otros lugares. En la operación han sido detenidas cinco personas en las localidades de Miranda de Ebro (Burgos) y Almería.
Según ha informado la Guardia Civil en una nota, se han practicado cuatro registros en los que se ha intervenido numeroso material empleado para la comisión de los robos, un vehículo y el montante del último robo perpetrado.
La operación se inició el pasado mes de abril cuando se detectaron diversos robos en bares en Navarra. Tras forzar la puerta o ventana, accedían al interior de establecimientos y en menos de 30 segundos fracturaban las máquinas tragaperras y se llevaban la recaudación de las mismas. En el transcurso de la investigación se detectó que la organización criminal cometía, desde hacía varios meses, robos con fuerza en diversos bares situados en varias provincias españolas.
Seguridad
La Guardia Civil ha destacado que los miembros del grupo organizado realizaban un estudio previo de los bares a asaltar. Para ello, comprobaban las medidas de seguridad (cámaras de seguridad, alarmas), así como el cerramiento y las formas de acceso a los mismos. Además, daban la voz de alarma en cuanto se detectaba presencia policial en la zona.
Asimismo, tras sustraer un vehículo, lo utilizaban para realizar los robos en los bares. En ocasiones usaban el mismo en varios asaltos o cambiaban las placas para posteriormente abandonarlo tras limpiarlo.
En el caso de ser detectados por agentes de la autoridad no dudaban en darse a la fuga o acometer contra los agentes, por lo que son considerados como un grupo violento, según la Guardia Civil, que ha explicado que se trasladaban desde su residencia habitual, en Miranda del Ebro (Burgos), a diversas zonas del territorio nacional, y se hospedaban en hoteles y hostales durante varios días. En ese periodo realizaban los robos con fuerza en bares cercanos y no dudaban en suplantar las identidades de algún conocido o familiar para, de este modo, dificultar el rastreo de sus movimientos.