Anyes Segura, exconcejal socialista en el Ayuntamiento de Almería, confirmó ayer que ha pedido su baja como militante en el PSOE y, en una entrevista con LA VOZ DE ALMERÍA, analizó desde el punto de vista político que se le haya llamado a declarar como testigo en el Caso Facturas que investiga un juzgado de la capital. Del asunto judicial solo hablará tras comparecer el próximo día 23.

En sus declaraciones, Segura Fernández afirma haberse enterado de su citación como testigo por la prensa y se considera una “víctima” de este asunto. Además, acusa a la dirección provincial y a la municipal del PSOE de “mirar para otro lado”.

“He pedido la baja en el partido por todo lo que está ocurriendo en el caso de las facturas falsas. Yo entiendo que la militancia es algo distinto a todo lo que yo estoy viviendo. Me considero una afectada, una víctima”, dice nada más comenzar la entrevista.

A renglón seguido, empieza a dar explicaciones. “Hay alguien que ha utilizado mi nombre, un compañero, y el de otros compañeros y compañeras y de trabajadores de la Diputación para lucrarse, supuestamente, desde el punto de vista económico a través de las facturas”.

Segura recuerda que hay “un gran número” de cargos públicos socialistas que han estado en la primera línea del partido que han sido citados en el juzgado, “y el partido a nivel local y provincial tendría que haber preguntado qué está ocurriendo y no mirar para otro lado”. “Nadie me ha llamado”, se lamenta.

Opina, además, que ante un caso de presunta corrupción como el de las facturas del Patronato de Turismo, con exconcejales y un expresidente de Diputación llamados ante el juez, “el partido no toma decisiones de forma activa”.

Por ello, justifica que haya dado orden al banco para que no le pasen más recibos de militancia en el PSOE. “Es lo más conveniente. Y, además, yo no he hecho nada”.

Anyes Segura indica con rotundidad que su honor se ha visto “en entredicho”. “Yo no voy a permitir que una serie de compañeros, por lucrarse económicamente, presuntamente, a través de una serie de facturas falsas y ordeñar el Patronato Provincial de Turismo, pongan el nombre y la honorabilidad de personas, como yo, en tela de juicio. Estuve cuatro años en el Ayuntamiento y no se me puede acusar de hacer nada ilegal”, añadía a LA VOZ.

Además de reiterar que nunca tuvo relación alguna con Diputación, subraya que “yo no sabía en ningún momento que el miembro del comité coordinador federal de Movimientos Sociales estaba haciendo esa serie de supuestas triquiñuelas para lucrarse económicamente e involucrarme a mi”. “Aunque claro, si ha involucrado a su mujer y su hija, yo le importaría tres pepinos”. No mencionó por su nombre y apellidos a Juan Bisbal.

Una y otra vez, Segura insiste en que la dirección socialista ha permanecido pasiva en este asunto. “Esperaba que tomaran cartas”. Y, a su juicio, deberían dedicarse “menos a repartir rosas en los mercadillos y más a dar ejemplo de transparencia. Más socialista que soy yo, no son ellos”.

Para concluir, la exconcejal pronuncia una sentencia: “No tengo ni cuentas en Suiza, ni un barco amarrado en el puerto de Almería, ni un cortijo en Almócita”.