PROVINCIA DE ALMERÍA
Sara García, primera astronauta española, en Almería: "No hay carreras de hombres y carreras de mujeres"
La astronauta de la Agencia Espacial Europea visita la provincia para participar en las XIII Jornadas Astronómicas

Sara García, astronauta española, conversa con las investigadoras de la Universidad de Almería.
Son las 16.30 y en el vestíbulo del Hotel Catedral de la capital almeriense no cabe ni un alfiler. Profesoras, alumnas, astrónomas, periodistas y algún que otro curioso hacen tiempo entre risas nerviosas y charlas superficiales. Todos esperan la aparición estelar -y nunca se ha usado este término en un contexto más adecuado que este- de una mujer de cabello de fuego y espíritu indómito.
Cuando Sara García llega, la sala, por un momento, se queda en silencio, como si hasta el aire tomara nota. Ella, con la humildad de quien no se da cuenta de la presencia que tiene, mira con curiosidad, saluda con una sonrisa franca y ocupa el espacio que se le ha reservado. No luce bata de laboratorio, ni traje espacial. De hecho, viste una blusa negra y unos pantalones ajustados, a juego con el color de su cabello: rojo marciano. Sin embargo, hay algo en sus gestos y sus palabras, algo casi quirúrgico, que revela que viene del mundo de la ciencia y las estrellas.
Bióloga molecular, investigadora incansable y la primera mujer española seleccionada como astronauta por la Agencia Espacial Europea, su historia encarna el vértigo de un sueño cumplido que nunca supo que tenía y la firmeza del compromiso con la ciencia y el feminismo. Hoy investiga nuevos tratamientos contra el cáncer; un proyecto que espera poder exportar al espacio para lograr los avances que nuestro planeta le niega.
Referentes que no están en los libros de historia
Hubo un tiempo en el que Sara García se habría encogido ante el ramo de micrófonos que los reporteros hoy extienden hacia ella; un tiempo de introversión y timidez. Hoy todo eso quedó atrás, sepultado por una vocación que fue creciendo en ella como una fuerza inevitable hasta que nació Astro Sara.
Astro Sara es una mujer que ha llegado a investigar en la élite científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y que, en 2022, fue seleccionada como astronauta de reserva por la Agencia Espacial Europea entre más de 23.000 candidaturas. Un logro que no llegó de golpe, sino tras superar, durante 18 meses, un exigente proceso de selección que puso a prueba no solo sus conocimientos, sino también su resistencia física, emocional y mental.

Sara García, astronauta española, conversa con las investigadoras de la Universidad de Almería.
Este jueves, ante los medios y con las centenarias paredes de la Catedral de Almería como testigo, la astronauta leonesa se posiciona erguida para hacer una declaración que de la vuelta a la provincia: "No hace falta buscar como referentes a grandes nombres y apellidos de hace décadas. Aquí hay mujeres pioneras abriendo camino, grandes investigadoras almerienses que las niñas y adolescentes deberían conocer para entender su trabajo diario", señala, para después revelar una de sus sospechas: "Las niñas no se habían planteado hasta ahora ser astronautas porque no saben que hay mujeres astronautas. Es imposible soñar con ser algo que desconoces".
Habla de su León natal, de la humildad de su familia y de la ciudad pequeña en la que se crio, pero, sobre todo, habla de quienes la inspiraron a ella, lejos de los nombres grandilocuentes de los libros de historia: "Mis referentes fueron personas que se atrevían a perseguir aquello que les motivaba, independientemente de lo que la sociedad esperase de ellos. Eran personas de a pie, que conocía, como mi madre o una profesora". Y en ese mismo tono sencillo y sincero, reconoce lo que significa su propio camino: "Soy una persona normal, de una familia humilde, de una ciudad pequeña, que ha perseguido su sueño. Si eso inspira a alguien, ya es el mayor orgullo que puedo tener".
Con la intensidad de una mañana en la que el sol pica, Sara concluye su intervención ante los medios con un tono de voz transformado. Saca a relucir aquello que su propia presencia revela a gritos: no hay carreras de hombres y carreras de mujeres, cualquiera que tenga pasión por la ciencia y la exploración puede dedicarse a ello. "Hay que romper esos clichés y decir a viva voz que las mujeres pueden dedicarse a aquello que quieran, y los hombres igual", sentencia.
@lavozdealmeria ¡De Almería... al espacio! 🚀✨ Sara García, la primera mujer española en ser astronauta en la ESA, ha visitado nuestra ciudad para compartir su experiencia en las XIII Jornadas Astronómicas. 👩🚀 Este 15 de mayo se ha reunido con mujeres investigadoras de la UAL y luego ha llenado el Teatro Apolo en una charla inspiradora: 'Desde el laboratorio al espacio exterior'. Una referente brutal💫 #mujeresenlaciencia #Astronauta #SaraGarcía #Almería #CienciaEspacial #NASA #ESA #SpaceTok #WomenInSTEM #Inspiración #UAL #AstroSara #CienciaParaTodos #fyp #parati ♬ sonido original - La Voz de Almería
Un encuentro con grandes mentes femeninas
Sara desciende con paso sereno las escaleras que llevan al salón inferior del Hotel Catedral. Al fondo, una mesa larga espera rodeada de investigadoras, astrónomas, docentes y mujeres referentes de la provincia, entre bollos variados, sándwiches dispuestos con esmero y tazas aún vacías que pronto humean con café recién hecho. También está allí la alcaldesa, sumando presencia institucional al encuentro.
Cuando Sara toma asiento, no tardan en alzarse las preguntas, como ideas impacientes por echar a volar. Pero es ella quien lanza primero la mirada abierta para reconocer que lo que más le ilusiona no es hablar de sí misma, sino conocer a las demás. Quiere saber qué hacen, qué investigan, cómo trabajan. Y así, sin necesidad de decirlo, demuestra que no ha venido a “hablar de su libro”, sino a interesarse por el de las almerienses.
Apenas queda una hora para compartir con Sara García, pero el tiempo se aprovecha como si fuera oro. Ella misma bromea con que todavía no ha tenido tiempo ni de hacer el check-in, aunque reconoce -con media sonrisa- que en Almería no la han dejado sin comer. "En eso sí que me han cuidado bien", dice, dejando claro que el sello de hospitalidad local ha hecho ya su primer aterrizaje.

La mesa de las invitadas a la conversación con Sara García.
La primera en romper el hielo es Macarena Jurado, profesora de Biotecnología en la Universidad de Almería. Con la voz firme y cercana, pone sobre la mesa uno de los temas que atraviesan toda la conversación: la necesidad urgente de referentes. "Estaba Marie Curie, sí, pero estaba muy lejos. En el tiempo, en el espacio… Es un orgullo tener ahora una referente tan cerca, mujer, joven, y geográficamente vecina", dice, antes de lanzar su "primer dardo": "Cuando eras estudiante, ¿tuviste algún referente que hayas podido conocer y que te flipara? ¿Alguien que hayas podido 'tachar' de tu lista?".
Sara niega con suavidad. "Lamentablemente, no", responde. Y enseguida matiza: "He tenido referentes de los que he oído hablar, claro, pero tiendo a no idealizar a la gente, sobre todo si no la conozco. Para que alguien sea un referente para mí, tengo que ver su día a día. Mis referentes eran personas cercanas: familiares, mujeres que no permitían que nadie les dijera lo que podían o no hacer. Yo sabía quién era Marie Curie, claro, pero no quería ser como ella. Porque no sabía qué había detrás de ese cerebro brillante".

Ana Guijarro, científica del Observatorio del Calar Alto, junto a Sara García, astronauta.
Ana Guijarro, astrónoma del observatorio de Calar Alto, toma el relevo con una pregunta que provoca un murmullo general de asentimiento: el síndrome del impostor: "Si aspiramos a ser superheroínas… apaga y vámonos. Si además de científicas tenemos que ser perfectas en todo, muchas se bajan del barco. ¿Tú cómo lo gestionas? ¿Cómo lidias con esa presión, con estar siempre de un lado para otro?
Todas asienten. Todas lo han vivido. Al respecto, Sara es honesta. "Es duro. Vosotras mejor que nadie sabéis el tiempo que lleva sacar adelante un proyecto de investigación. Mis estudiantes de máster y doctorado… Es un trabajo exigente. Y yo, para poder entrenar como astronauta en Alemania, tengo que pedir una suspensión de empleo y sueldo, literalmente. Lo acepté sabiendo que iba a haber cambios, que esto forma parte del compromiso de ser embajadora del espacio".
Habla también de su lado más reservado. De lo importante que ha sido para ella la preparación psicológica. De esa exigencia interna que tantas veces nos empuja a no permitirnos errores. Y justo entonces, una figura aparece en la puerta. Es el aviso final. Se acabó el tiempo para las cámaras, los micrófonos y los cuadernos de notas. Quienes no pertenezcan al mundo de las probetas, las ecuaciones o las aulas deben abandonar la sala.
Las puertas se cierran con suavidad. A partir de este momento, lo que se diga dentro ya no pertenece al dominio de la prensa. Es un secreto compartido entre Sara García y las mujeres que cada día investigan, enseñan y descubren en Almería. Un encuentro entre referentes.